Yoli, cariño. Ya sé que no nos has oído a la primera porque no ha aparecido de inmediato tu sonrisa, sencilla, sincera, salida desde dentro, desde ese corazón maravilloso, generoso, en el que cabíamos todos; en el que cabemos todos.
Y todos somos muchos. Muchos los que seguimos sintiendo tu mano apoyada sobre la nuestra escuchando tu ¡cariiiiño! con esa entonación única que irradiaba alegría, tranquilidad, bondad. Porque tú eras la bondad personificada, amiga de tus amigos. Cada uno hemos encontrado en ti lo que necesitábamos. No hay nadie que se preocupara más de todos y tuviera tiempo para todos. Para unas, «una hermana» y «la tía Yoli» para sus hijos. Más que una amiga, «parte de la familia».
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Muchos somos los que te conocíamos y, claro, los que te queríamos; los que te queremos. Porque eso no vamos a dejar de hacerlo nunca. Era imposible conocerte y no quererte. Da igual cuando hubiéramos llegado a tu vida. Algunos desde la infancia, desde la plaza Valcuerna y el patio del colegio de Montal; otros, desde las clases del instituto en el que fuiste añadiendo granitos a tu saco de AMIGOS; unos, desde las aulas de Trabajo Social y los tentáculos maravillosos de Cruz Roja; y otros por azar, por pequeñas cosas que se cruzan en el camino y se convierten en la semilla de esa vitalidad que hemos podido compartir.
Yoli, te has ido sin avisar. Aunque nos has dejado muchos caminos por los que seguir. Aunque sin ti ya nada será lo mismo. La cuchipandi se ha quedado coja, pero como una piña alrededor de tu Danielo.
Lola, desde su sinceridad infantil, nos ha dado una frase irrebatible: «Tú serás siempre mi preferida». Ahora lo decimos todos: «Tú serás siempre nuestra preferida».
Yoli has sido, eres y serás para todos nosotros nuestra persona cascabel. Estarás siempre en nuestros corazones. Jamás te olvidaremos. No dejes de sonreír.
Sicilia 1922
*Yolanda Abad Vicioso falleció el 15 de abril en Logroño
Enlace de origen : Yoli, cariño