El Real Madrid ha dado un giro de 180 grados a las órdenes de Xabi Alonso. La llegada al banquillo del tolosarra ha servido para … revitalizar en tiempo récord a un equipo que acabó el mes de mayo deprimido, pero que ha abierto el de julio con la moral por las nubes. La revolución de alta gama que está acometiendo el flamante estratega de los blancos ha llenado de ilusión al madridismo, que se frota las manos con la profundidad táctica y el carisma del guipuzcoano, a la vez que ha desatado un terremoto en la caseta, cuya correlación de fuerzas se ha visto sacudida por la aparición en la oficina del nuevo jefe.
«Son dos estilos diferentes. Yo creo que Carlo nos ha dado mucho. Era un fútbol diferente. Ahora Xabi es más moderno, cada uno está en su posición, y es más el equipo, quizás menos el individualismo», explicaba Thibaut Courtois a la hora de analizar los cambios operados en el Real Madrid tras la marcha de Ancelotti y la vuelta de Xabi Alonso.
El cancerbero belga volvió a resultar decisivo con una parada en el descuento del encuentro disputado el sábado ante el Borussia Dortmund que sirvió para que el Real Madrid evitase la prórroga y sellase la cita con el PSG el miércoles en una semifinal del Mundial de Clubes de altísimo voltaje. No merecieron los blancos atravesar semejante agonía en un alocado final a tenor de la exhibición que completaron durante la primera media hora, pero la relajación y un par de errores defensivos propiciaron un soponcio de última hora que debe servir a modo de advertencia para una escuadra que, por otro lado, tiene motivos para el optimismo.
Conlleva un mérito extraordinario el modo en el que Xabi Alonso ha conseguido que sus futbolistas asuman los nuevos conceptos cuando apenas dispuso de tiempo para esbozar los planes de batalla a sus soldados antes de que estos entrasen en combate. Era de esperar que el cambio de guardia en el banquillo provocase la reacción de una plantilla que se había acomodado con Ancelotti, pero el impacto está siendo mayor del previsto e inmediato.
La presión tras pérdida, el sacrificio defensivo, la velocidad en la circulación, la movilidad de las piezas en ataque, la ocupación de los espacios, la flexibilidad táctica… Muchas cosas parecen distintas en este Real Madrid que, sin embargo, aún se encuentra en los estadios iniciales de la construcción de un nuevo proyecto y deberá afrontar el miércoles una durísima prueba al medirse a uno ya consolidado como es el del PSG de Luis Enrique. Será un monumental pulso entre dos equipos de autor que permitirá calibrar el grado de maduración al que ha llegado el Real Madrid de Xabi Alonso y, por supuesto, no es descartable ningún escenario.
Valores al alza
Pero, por lo pronto, los cinco partidos que llevan disputados los blancos en el Mundial de Clubes arrojan varios ganadores en el apartado individual. En ese vagón está, por supuesto, Gonzalo, que ha aprovechado el hueco en la delantera que generó la gastroenteritis de Mbappé para reivindicar a la cantera. La formidable aportación del madrileño, autor de cuatro goles y una asistencia, está siendo agua bendita para un bloque que tanto venía echando en falta la presencia de un nueve clásico.
Al margen de la emergencia del ‘cerebrito’ de La Fábrica, los primeros compromisos del Real Madrid de Xabi Alonso han relanzado a Aurelién Tchouaméni y a Arda Güler. El francés se ha convertido en una especie de viga maestra al facilitar con sus condiciones híbridas las continuas metamorfosis tácticas que son santo y seña del míster vasco. Hay que atribuirle su parte alícuota a Ancelotti, que defendió a capa y espada al pivote de Ruan cuando la hinchada le vigilaba con recelo y supo detectar su capacidad para desempeñarse también como central ortopédico. Pero Xabi Alonso le ha convertido en centro neurálgico de sus camaleónicos esquemas y Tchouaméni vive su mejor momento desde que llegó al Real Madrid.
Arda Güler, por su parte, se está erigiendo en el nuevo motor de un equipo que carecía de director de orquesta desde la retirada de Kroos y el paso a la reserva de Modric. Carletto avisó que el futuro del otomano pasaba más por jugar como interior que hacerlo como extremo o mediapunta, pero Xabi Alonso ha adelantado los plazos de su reconversión y el ex del Fenerbahçe está respondiendo de maravilla.
También le ha cambiado la cara con Xabi Alonso a Fran García, cuyas notables actuaciones podrían alterar los planes que había trazado el Real Madrid para el lateral izquierdo. Al de Bolaños de Calatrava le sienta como un guante la disposición elevada de los carrileros que caracteriza el libreto de Xabi Alonso y está aprovechando el Mundial de Clubes para reivindicar su valía. El gol que anotó contra el Dortmund, partido en el que se consagró como MVP, refuerza al manchego en un verano en el que se ha hablado mucho de Álvaro Carreras. Dado que Ferland Mendy renovó su contrato en septiembre del año pasado hasta 2027 y parece poco factible una venta del francés a tenor de su edad e historial de lesiones, cabe preguntarse si el Real Madrid debe apostar tan fuerte por Carreras como exige el Benfica o el fichaje lo tenía en casa y a coste cero.
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