Vox ha situado el caso de Jumilla como un nuevo punto de inflexión en su particular cruzada contra la «islamización» de España. El partido de … Santiago Abascal consiguió el miércoles que se prohíban por primera vez las celebraciones musulmanas en dependencias de titularidad pública como se han estado celebrando hasta ahora. Una exigencia que los voxistas pusieron encima de la mesa a cambio del apoyo de su concejal para sacar adelante los Presupuestos municipales y que están dispuestos a llevar a otras comunidades donde su apoyo al PP también puede ser clave.
Pero la iniciativa no es un hecho aislado. La formación ultraderechista presentó el pasado 5 de junio -un día dantes de que comenzase la conocida como fiesta del Cordero- en todos los ayuntamientos, parlamentos regionales, Congreso y Senado una iniciativa para instar al Gobierno nacional y/o autonómico a prohibir esta celebración pública por suponer un «retroceso cultural» en España. «Este tipo de conmemoraciones son ajenas a nuestras tradiciones», defiende Vox en su argumentación.
La fiesta del Cordero es una celebración musulmana que conmemora la disposición del profeta Abraham (Ibrâhîm por los musulmanes) a sacrificar a su hijo como acto de obediencia a Dios. Antes de que lo hiciera, Dios le proporcionó un cordero para sacrificar en su lugar. Los musulmanes recuerdan este acto con el sacrificio de un cordero, que se reparte entre la familia, amigos y personas necesitadas. En la tradición musulmana se entiende esta festividad como una muestra de fe, generosidad y solidaridad entre las familias. «El que quiera celebrar la fiesta del Cordero en instalaciones municipales que le pida permiso y espacio al Rey de Marruecos», escribía este jueves en sus redes sociales el secretario general de Vox, Ignacio Garriga.
Rechazo del PP en el Congreso
En su debate en el Congreso, que contó con el rechazo de todo el arco parlamentario, el PP reprochó a los de Abascal su moción, que además de la prohibición de la fiesta del Cordero planteaba también limitar el uso del velo, por considerar que «arremete contra las creencias religiosas y culturales» de la comunidad musulmana en España. Durante su intervención, la diputada Sofía Acedo advirtió de que esta iniciativa no contribuye a la convivencia y la integración, sino que «genera división» y sitúa a Vox en «el lado del muro de Sánchez: el de la exclusión».
La dirigente melillense subrayó que los populares trabajan por una «democracia cívica» que impulse el respeto, el encuentro y la libertad de todos los españoles, independientemente de su credo o procedencia. Acedo acusó a Vox de adoptar una postura similar a la de la «izquierda radical», a la que responsabilizó de promover propuestas contra comunidades religiosas como la judía o la cristiana. «Hoy son ustedes quienes arremeten contra los musulmanes», recriminó a la bancada de Vox.
En un mensaje en redes, Abascal relacionó el Islam con el terrorismo yihadista y con el retroceso en derechos para justificar la medida impulsada en Jumilla con la que su partido pretende «que España siga siendo España». «Estamos ante la amenaza real de una ideología extremista», asegura el líder de Vox, que insiste en que «España no es Al Andalus».
Enlace de origen : Vox planteó en junio una ofensiva en todos los parlamentos para limitar los ritos musulmanes