
Hacía meses que Patricia Ramírez, la madre del niño Gabriel Cruz, venía denunciando ante el Ministerio del Interior e Instituciones Penitenciarias que Ana Julia Quezada, … la asesina confesa de su pequeño, gozaba de privilegios en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila) con la supuesta connivencia de algún funcionario. Y que entre esas prebendas estaba la de tener acceso a un móvil con el que seguía en contacto de manera subrepticia con una conocida productora para vender la historia del homicidio del menor por una suculenta suma.
Sin embargo, la pista que condujo a la trama sexual y de favores que Quezada había tejido en el penal abulense es mucho más rocambolesca, según revelan los atestados remitidos por la Guardia Civil al Juzgado de Instrucción 4 de Ávila, que es el que mantiene imputado a un funcionario de prisiones (varón de 60 años) por cohecho por haberle facilitado supuestamente ese terminal móvil, que él mismo se encargaba de ocultar, a cambio de favores sexuales. El hilo de que tiraron los agentes fueron las confesiones –más o menos involuntarias- en diferentes llamadas de madrugada a partir de otoño de 2023 a un programa de tarot de una televisión local de la novia de la presa, una joven catalana.
Esta chica de 30 años, residente en Barcelona –y que según explican fuentes de la Guardia Civil habría sido manipulada por Quezada- relató en directo a la tarotista sus dudas sobre la relación con la reclusa, a la que identificó por sus dos nombres de pila, al tiempo que reveló que la dominicana tenía en prisión un móvil, que se comunicaba con ella de manera regular por mensajería y que se jactaba de que iba a cobrar hasta 300.000 euros por la serie-documental que estaba preparando.
Esta mujer – según ha adelantado El Periódico y han confirmado a este medio diferentes fuentes del caso- trabajaba en una residencia de ancianos y comenzó a tener una relación sentimental con la asesina del ‘Pescaito’ en 2022 después de la joven catalana le comenzara a escribir a prisión a finales de 2020. Ambas -confesó esta mujer a los investigadores- se hicieron novias tras las reticencias iniciales de Ana Julia Quezada, quien al inicio mantenía una relación a distancia con un hombre. A partir de ese momento, la chica catalana comenzó a viajar, prácticamente todos los meses, desde Barcelona a Ávila para mantener vis a vis con su pareja.
Por puro interés
La Guardia Civil cree –tras el interrogatorio de esta mujer, de la propia tarotista y de diversas reclusas- que la asesina comenzó la relación con la chica catalana por puro interés, ya que la asesina estaba convencida, tras mantener amistad con una reclusa de ETA, que solo en centros de Cataluña o el País Vasco tendría más facilidad de conseguir algún día la libertad. Por eso –apuntan fuentes del caso- desde inicios de 2024 había comenzado a urgir a la joven catalana a que moviera los papeles para casarse y así tener un argumento de peso ante Instituciones Penitenciarias para pedir su traslado a Barcelona, lugar de residencia de su novia.
Quezada, en su obsesión por conseguir ese traslado que en su imaginario supuestamente le iba a acercar a la excarcelación, habría grabado sus relaciones sexuales con el funcionario de prisiones imputado como forma de, llegado el momento, extorsionar a la dirección del centro de Brieva si seguía negándose a trasladarla a Barcelona. La presa también había amenazado a la chica catalana con airear fotos de contenido sexual que ésta le había enviado si no se plegaba a sus deseos, si no aceleraba los trámites de la boda o si no le enviaba dinero regularmente.
La novia de la asesina -que involucró en su declaración a un segundo trabajador de la cárcel, que no está imputado, en los favores sexuales de Quezada- reconoció ante los agentes que en uno de sus primeros viajes en 2023 para mantener vis a vis accedió a la petición de la su pareja de comprar un teléfono móvil y entregárselo al funcionario de prisiones encausado.
Este funcionario –sospechan los agentes- es el que metía y sacaba el móvil de prisión, sin dejarlo en el centro para que no fuera encontrado. De hecho, el terminal todavía no ha sido hallado. Sin embargo, los agentes creen que hasta al menos la primavera de 2024 ese móvil fue usado por la asesina para comunicarse con la productora que iba a preparar la serie sobre el asesinato del niño Gabriel Cruz en febrero de 2018 en Almería.
Enlace de origen : Unas llamadas al tarot destaparon el escándalo sexual en prisión de la asesina del niño Gabriel