«Es como conducir de noche sin luces». Así describió en 2024 el ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Lansbergis, la situación creada por el … aumento de ataques híbridos, supuestamente rusos, que interferían sobre los sistema de navegación de aviones que sobrevolaban el mar Báltico. Y así, con el GPS anulado y un mapa de papel en mano, aterrizaron casi a tientas en la pista de Plovdiv (Bulgaria) los pilotos del avión que trasladaba el domingo desde Polonia a la presidenta de la Comisión Europea. No era un viaje cualquiera. Ursula von de Leyen había iniciado el viernes una gira por países fronterizos con Rusia y Bielorrusia para mostrarles el apoyo de la Unión Europea ante la amenaza del Kremlin.
«Podemos confirmar que hubo una interferencia en el sistema GPS, pero el avión tomó tierra de forma segura», tranquilizaron fuentes de la Comisión Europea. Todo el sistema de navegación del aeropuerto búlgaro quedó colapsado. El dedo acusador apuntó de inmediato a Moscú. «Somos muy conscientes de que las amenazas y las intimidaciones son un componente habitual de las acciones hostiles de Rusia», subrayaron desde la institución comunitaria. Más allá del tiempo añadido que estuvo sobrevolando la zona de aterrizaje búlgara, el incidente no alteró la agenda de Von der Leyen. La presidenta de la Comisión finalizó ayer en Lituania y Rumanía este viaje diseñado para «reafirmar la solidaridad de Europa» ante el expansionismo que el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, redobló hace más de tres años con el inicio de la invasión de Ucrania.
La Autoridad de Servicios de Tráfico Aéreo de Bulgaria ha constatado un aumento de estas interferencias desde 2022, según informa ‘Financial Times’. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, desmintió que Moscú esté detrás. Las primeras injerencias datan de 2017. Tras el inicio de la guerra en Ucrania se registró un fuerte incremento. Y subió de intensidad durante la primavera de 2024, cuando desde el norte de Noruega hasta el sur de Polonia se encadenaron los sucesos de este tipo. Varias aerolíneas, entre ellas Ryanair y British Airways, anunciaron interrupciones de vuelos. En abril de ese año, dos aviones de Finnair (empresa finlandesa) que se dirigían de Helsinki a la ciudad estonia de Tartu se vieron obligados a dar la vuelta al quedar inutilizada la navegación por GPS.
La acción sobre el chárter en el que iba Von der Leyen llega después de que el pasado jueves bombas rusas causaran destrozos en la sede la UE en la capital de Ucrania, Kiev. Europa, además, quiere aprobar este mes un paquete de sanciones contra Moscú y también contra los países que ayudan al Kremlin a sortear las restricciones del bloque.
Antes de subirse al avión que sufrió luego interferencias en el GPS, Von der Leyen cargó contra Putin: «En los últimos 25 años ha iniciado cuatro guerras: Chechenia, Georgia, Crimea y la invasión a gran escala de Ucrania. No ha cambiado ni va a cambiar. Es un depredador». Dijo, además, que la UE quiere una «Ucrania bien armada» y bien protegida por una coalición internacional y por su futura adhesión a la Unión Europea. Bruselas ya ha iniciado el proceso para repartir entres sus socios hasta 150.000 millones de euros en préstamos para compras de armamento.
I’m here to reaffirm Europe’s solidarity with Lithuania.
Europe needs a strong Lithuania to protect our borders and our people.
That’s why cohesion policy will remain at the heart of the EU budget.
So we continue to support both border security and strong livelihoods. pic.twitter.com/gIktaLOgZE
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) September 1, 2025
ras sus declaraciones y ya en el avión camino de Bulgaria se produjo la interferencia en el sistema de navegación del aparato. Según explica un militar francés en el diario ‘Le Monde’, ese modo de injerencia es para Rusia «una forma de intensificar el conflicto sin llegar al límite de la confrontación directa, como hacen con los ciberataques o las campañas de desinformación». Eso que llaman ‘guerra híbrida’. Algo así como un pellizco, aunque en una herida abierta por las trincheras de Ucrania.
Alternativas de navegación
El viaje de Von der Leyen no corrió peligro. Interferir la señal de GPS no impide que los aviones vuelen, aunque sí genera dificultades en la aproximación a los aeropuertos. Los pilotos cuentan con otros medios para determinar su posición y velocidad, como acelerómetros (miden la aceleración lineal en un sistema de coordenadas) y giroscopios (miden la velocidad angular, la tasa de rotación).
Como recuerda Nicolás Muñoz, de la empresa española Integrasys –líder en software para comunicaciones por satélite–, los vuelos comerciales «sufren actualmente una gran cantidad de ‘jamming’ y ‘spoofing’», que son injerencias que impiden navegar con el piloto automático y de forma guiada. Por eso, apunta, quienes manejan los aviones tienen que entrenarse para «volver al mapa y la brújula» en situaciones de alarma.
El ‘jamming’ es una interferencia intencionada de señales como la del GPS mediante el envío de ruido o de datos falsos que pueden despistar a los pilotos. El ‘spoofing’, también basado en señales engañosas, puede dirigir el avión atacado a un lugar no deseado o desviarle hacia un espacio aéreo restringido. El chárter de Von der Leyen –la Comisión Europea no dispone de aeronaves propias– pudo sortear la injerencia de origen supuestamente ruso y aterrizar sin ayuda tecnológica pero con un ojo en el mapa de papel.
Enlace de origen : Una injerencia rusa dispara la tensión con la UE al obligar a aterrizar sin GPS al avión de Von der Leyen