Si las previsiones de la Aemet se cumplen, las temperaturas alcanzarán este sábado los 28 grados en estaciones de medición como Logroño (aeropuerto de Agoncillo, en realidad) y Calahorra. Se trata de valores muy elevados para esta época del año y que llegan además después de una gélida Semana Santa en la que incluso llegaron a registrarse heladas en varios puntos de la geografía regional.
Hay que insistir en lo de ‘si se cumplen las previsiones’ porque los valores térmicos de este viernes se quedaron lejos de los 28 grados que también se preveían para la jornada, al menos en Logroño y Alfaro. En la capital riojana, el mercurio se quedó en unos agradables 24 grados y la cabecera más oriental no superó los 23. Incluso Haro, normalmente más fresco, registró este viernes máximas más elevadas que en La Rioja Baja, ya que se anotó 23,5 grados a las 18 horas.
Lo dicho, lejos de los 28 que, según la Aemet, eran probables en La Rioja en el día de este viernes. Para la jornada de este sábado, la web de la Agencia Estatal de Meteorología vuelve a pronosticar temperaturas máximas y mínimas similares, con lo que de nuevo volveremos a ver terrazas llenas y manga corta en las calles de la comunidad. Y también podría hacerce palpable un fenómeno nuevo este año, aunque no desconocido, la calima, que oscurece el cielo con la fina arena del desierto en suspensión.
El domingo ya será otra cosa. Habrá cambio y se prevén cielos nubosos o cubiertos con lluvias y chubascos, que podrían ser localmente moderados, sin descartar que pudiesen ir ocasionalmente acompañados de tormenta, como mandan los cánones en primavera. La nubosidad y las precipitaciones no durarán mucho y tenderán a remitir a medida que anochezca. La vuelta del tiempo se dejará notar también en el descenso de las temperaturas mínimas en la sierra mientras que las máximas irán en descenso en toda la región. En Logroño el termómetro oscilará entre los 13 y 25 grados, en Calahorra, entre los 13 y 26 y en Haro entre los 11 y 22.
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