
Empate. El quinto en diez partidos de Liga. Ni UD Logroñés ni SD Logroñés pueden estar contentos con el marcador, aunque el punto penaliza más … al segundo, porque el primero tiene casi hecho para jugar el ‘play off’ de ascenso por puntos y sensaciones. El segundo tiene que ganar, ganar y volver a ganar si quiere lograr ese objetivo, que es muy complicado a día de hoy. Carlos Lasheras le ha impregnado mayor alegría y ofensividad, pero no ha recuperado la victoria.
UD Logroñés
Royo, Yasin, Monreal, Dias, Mateo, Garrido (Pau, 60), Caballero, Madrazo (Facchin, 88), Barrero (Gualda, 66)), Iñaki (Agüero, 60) y Lupu.
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SD Logroñés
Oriol, Lazcano (Sergio Gil, 74), Montero, Gaubeka (Argente, 66), Nacho Ruiz, Castañeda (Basurto, 74), Castillo, Rubio, Lamadrid (Elorza, 87), Albizua y Álvaro García (Morales, 87).
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Árbitro:
Baiges Dones. Amonestó a los locales Barrero, Garrido y Yasin; y a los visitantes Lazkano y Argente. -
Indidencias:
Las Gaunas. Tarde soleada, pero fresca. Vigésimo octava jornada. 4.210 espectadores.
A ambos les sobraba motivación, pero a estas alturas de la temporada la clasificación no engaña. La Sociedad encaraba una oportunidad fantástica para cercar el Eibar B, el líder, que había empatado por la mañana en Ejea. La UD Logroñés mudaba su piel desde el banquillo hasta el once. Carlos Lasheras volvía a la primera línea tras veinte años. Apostaba por los suyos, con alguna excepción, jugaba con bandas abiertas, Madrazo, por la derecha e Iñaki por la izquierda, e incluso con dos puntas al ligar a Lupu con Barrero. Esos movimientos, y el ánimo de agradar al cambio de entrenador, trajeron más ritmo e incluso viveza, aunque fue Rubio quien advirtió primero por la derecha, pero Monreal impidió el remate de Álvaro García.
Pouso no inventaba nada, sino que mantenía e insistía lo que le funciona. Y si algo funciona en esta SDL, entre otras cosas, es el contragolpe. Por eso gana tantos partidos como visitante. El jugadón se lo marcó Lazcano. Se fue de Garrido, de Mateo, de Joao Dias y de todo aquel que le salió al paso para dejar el gol en bandeja de Álvaro García. Demasiado sencillo y ausencia absoluta de contundencia en el flanco izquierdo local, como ya había evidenciado Rubio minutos antes. Cuando no hay calidad mental debe existir intensidad.
El escenario era el mejor para la Sociedad. La Unión solo podía colapsar y perder la cabeza o remontar. No había término medio. Todo o nada porque el empate no era bueno. El partido vivía en la celeridad. Ida y vuelta. Madrazo y Barrero salieron en estampida pero el disparo del aragonés acabó en saque de esquina. La Sociedad también repliega mejor. Esperó su momento ante un adversario impotente a pesar de sus intenciones. Porque intenciones tenía y quizá hubiera cambiado su suerte si Madrazo no hubiera reventado el larguero con su balonazo o Montero no hubiera despejado el disparo de Yasin al rechace con Oriol fuera de la portería. Empatar antes del descanso hubiera sido oxígeno puro pero las rachas se extienden por algo, siempre por algo. En este caso, por la mala relación unionista con el gol.
El inicio de la segunda mitad resultaba fundamental. Cualquier despiste, sobre todo para la UD Logroñés, le hundía. Aun así, debía tomar la iniciativa. Era su obligación. La SD Logroñés podía esperar, no necesitaba asumir ningún riesgo, aunque el empate tampoco le satisfacía. El premio por ganar era enorme. Barrero cabeceó alto antes de dejar su plaza a Gualda y desató las hostilidades que tomaron mayor envergadura cuando Andrei Lupu empató el partido con un certero cabezazo como respuesta al servicio de Yasin. Restaba casi media hora y el enfrentamiento se abría por completo.
La SD Logroñés demandaba dar un paso adelante y lo dio. Carlos Pouso apeló a la frescura de piernas e introdujo a Basurto y Sergio Gil. Antes había buscado a Argente. Creció el fútbol de la Sociedad. Kike Royo dio respuesta a Castañeda, primero, y a Castillo, después. El peligro era evidente porque además este equipo tiene suma facilidad para llegar a línea de fondo y buscar el pase de la muerte. No encontró destinatario esta vez, pero lo buscó en mas de una ocasión.
Una jugada, era lo que los dos equipos querían para noquear a su adversario por KO, pero ninguno de los dos equipos encontró ese golpe y eso que Lupu, y por dos veces, y Agüero pudieron romper el equilibrio en el marcador. UN punto. Poco o mucho lo calificarán los seis encuentros que restan. A día de hoy, poco para ambos si la SD Logroñés piensa más en la primera plaza que en el play off, reto para lo que es bueno sumar, y para la UD Logroñés, que a su juego tiene que añadir velas a San Judas.
Enlace de origen : Un punto que no colma ni a UD Logroñés ni a SD Logroñés