Un foco de luz sobre la epidemia silente

Martes, 29 de abril 2025, 16:47

Bajo el impacto todavía del apagón del lunes, el Foro Salud Mental y Emocional ha permitido este martes poner luz sobre un problema tan preocupante tanto por su incidencia al alza como por los tabúes sociales que aún maniatan a los afectados, una pandemia o epidemia silente con demasiadas víctimas menores.

Organizado por Diario LA RIOJA y con el patrocinio de UNIR, Gobierno de La Rioja y Fundación Rioja Salud, la cita, con ausencias –no han podido acudir por las consecuencias del caos energético el exbaloncestista y autor del libro ‘Espíritu de remontada’, José Luis Llorente Gento; ni el catedrático de Psiquiatría Miguel Casas–, sí ha contado con la presencia en el Cibir de los otros tres expertos anunciados: Hilario Manuel Blasco Fontecilla, psiquiatra de la infancia y adolescencia, profesor e investigador de UNIR y director general de Emooti; Covadonga Canga, psiquiatra del niño y del adolescente en la Clínica Universidad de Navarra; y Ana Díaz de Cerio, psiquiatra y jefa del servicio de Salud Mental Infantojuvenil del Seris, quienes además de coincidir en la urgencia de la prevención y el diagnóstico precoz han alertado, durante la mesa de debate moderada por Carlos Santamaría, del impacto de las redes sociales en el estado emocional de los menores.

La incidencia crece en este colectivo, aunque no siempre la lectura es negativa. «Desde la pandemia es una realidad más frecuente, no tanto igual porque ha subido la incidencia, sino porque las consultas han empezado a verse con menos tabúes y le resulta más fácil acudir a la consulta. En ese sentido estamos contentos porque es parte de esa labor de normalización que se ha hecho para que se entienda que es tan natural acudir a un profesional de Salud Mental como al traumatólogo cuando se necesita», ha defendido Covadonga Canga.

«Es muy importante la detección precoz de los trastornos del neurodesarrollo, que sufren entre el 20 y el 30% de los niños españoles, los trastornos de atención e hiperactividad, con una prevalencia de entre el 6 y el 8% y los del espectro autista, con entre el 1 y el 2%, y luego los del aprendizaje. Identificar de forma precoz estos problemas mejora su pronóstico», ha aseverado, por su parte, Hilario Blasco, quien tras recordar que el 70% de los trastornos de salud mental tienen su base en la infancia y adolescencia (el resto sería por factores genéticos y/o hereditarios) ha defendido las bondades de un diagnóstico y un tratamiento tempranos, ya que «una persona con TDAH que no es tratada tiene entre dos y ocho veces más posibilidades de una muerte prematura».

En el mismo sentido, Ana Díaz de Cerio, tras confirmar el aumento de la demanda en las consultas ha recordado que «ha habido un cambio de dinámicas familiares y sociales, todo influye, sin olvidar las redes sociales».

De hecho, las nuevas tecnologías han copado gran parte de las intervenciones de los expertos. «Lo de las redes sociales es un problema y lo malo es que, a veces, ves en la consulta que tienes la batalla perdida porque son dinámicas muy difíciles de gestionar en casa como así nos lo admiten los padres», ha confesado la responsable de Salud Mental Infantojuvenil del Seris.

‘Nutrición sentimental’

Por su parte, Covadonga Canga ha advertido de que «el uso de redes sociales por los jóvenes condiciona a veces la aparición de esos problemas porque en muchos casos eso no sucedería si no fuese por la exposición constante, o al menos no serían tan graves o se manifestarían tan pronto». Frente a ello, la psiquiatra de la Clínica Universidad de Navarra ha abogado por enseñar a usarlas más que a prohibirlas, ya que «tenemos que entender ahora es una forma de relacionarse que tienen los jóvenes».

Como soluciones, Blasco ha citado dos «relativamente fáciles»: la práctica de un deporte o actividad musical y la «nutrición sentimental; es decir, darles amor», frente a un ámbito en el que los riesgos son evidentes. «En aquellos menores que pasan cinco o más horas en redes sociales se multiplica por 5 el riesgo de conductas suicidas y por 20 el de autolesiones, y lo malo es que muchos pasan ese tiempo y más conectados», ha alertado.

Con el incremento de la sensación de malestar infantojuvenil y de las dificultades para su gestión, los especialistas también han advertido del preocupante incremento tanto de los casos de autolesiones no suicidas, incluidos menores de 6-7 años, como de los episodios autolíticos, para concluir que «queda mucho por hacer».


Un momento de la mesa debate en la que han participado los tres psiquiatras infantojuveniles y público asistente a las jornadas.


Sonia Tercero

Imagen principal - Un momento de la mesa debate en la que han participado los tres psiquiatras infantojuveniles y público asistente a las jornadas.

Imagen secundaria 1 - Un momento de la mesa debate en la que han participado los tres psiquiatras infantojuveniles y público asistente a las jornadas.

Imagen secundaria 2 - Un momento de la mesa debate en la que han participado los tres psiquiatras infantojuveniles y público asistente a las jornadas.

Una tesis en la que ya habían incidido al inicio de la jornada los organizadores y patrocinadores del acto. «Es muy importante que en los colegios y en los centros de salud haya profesionales capaces de detectar, prevenir y aplicar tratamientos tempranos a los distintos trastornos de salud mental, porque, de momento, está en desventaja respecto a la salud física en cuanto a recursos públicos ante lo que las administraciones deben hacer un sobreesfuerzo», ha reclamado Teresa Cobo, directora de Diario LA RIOJA, quien también ha lamentado que «en nuestra sociedad todavía permanecen prejuicios contra las personas que reciben tratamiento mental y que consideran un signo de debilidad o de falta de coraje recurrir a fármacos o a la ayuda de profesionales, lo que añade al sufrimiento de la persona afectada un sentimiento de vergüenza y de culpa; lo que en definitiva abona el terreno para ocultar el problema y retrasar la petición de ayuda. Hablar de salud mental es necesario y muy beneficioso y sesiones como la de hoy deben contribuir a contribuir esas creencias erróneas».

Desde UNIR, su director ejecutivo, Javier Galiana ha considerado que «hablamos de un problema que es una pandemia, una epidemia silente frente a la que UNIR ofrece todo su apoyo y colaboración desde la formación, desde la investigación, donde contamos con cinco grupos investigadores, y, por último, desde la transferencia de todo ese conocimiento para ayudar a la población».

Prevenir para no curar

Por último, María Martín, consejera de Salud y Políticas Sociales, ha señalado que «llegamos a la salud mental más tarde que a la salud física y, aunque le estamos dando la vuelta, tenemos que aprender de lo que hemos hecho mal para no caer en los mismos errores». En este sentido, ha defendido la necesidad de «no hablar tanto de lo asistencial, de cómo curar, y más de que no haya que curar, de la prevención, para que no exista ese trastorno o porque se ha diagnosticado en el primer momento», para rematar en positivo: «La ilusión es lo que mueve el mundo y si hay algo en la Estrategia de Salud Mental de La Rioja es eso, ilusión por parte de todos los implicados, que son muchísimos».

Así, a lo largo de la jornada se han citado algunas de las iniciativas puestas en marcha en la región, como el programa de Salud Mental para adultos ‘Saludablemente+’, la incorporación de nuevos psicólogos clínicos al Seris, la conversión del centro de Rodríguez Paterna en un espacio de intervención, apoyo y escucha contra la soledad no deseada y el suicidio o el proyecto ‘Neres’, que se realiza en los centros educativos con alumnos de quinto de Primaria con el objetivo de detectar de manera precoz los problemas de neurodesarrollo. O el ejemplo de Emooti, el Instituto de Salud Mental y Bienestar de UNIR, que lleva a los profesionales de Salud Mental a los centros educativos.

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