Un enorme desprendimiento de rocas de 50 toneladas corta el tráfico de acceso a Arnedillo y al Alto Cidacos

Sobre las 9.40 de esta mañana, gran parte de la ladera de las peñas sobre la carretera LR-115 que da acceso a Arnedillo se ha venido abajo. Decenas de rocas de hasta 50 toneladas cubren en estos momentos el tramo de la vía, que ha quedado cerrada al tráfico por agentes de la Guardia Civil y el Ayuntamiento.

«La vamos a tener cortada por horas», indica el alcalde arnedillense, Pedro A. Montalvo, que recomienda que nadie se acerque hasta la zona debido al riesgo de que la ladera continúe desprendiéndose. Esta situación impide que comiencen por el momento las labores de limpieza de la carretera, que sigue bajo vigilancia. De este modo, el acceso al Alto Cidacos queda cortado por la principal vía del valle, quedando comunicado únicamente por la carretera de Enciso-Vallaroso.

Este enorme derrumbe es en el mismo punto donde ya cayeron numerosas rocas y piedras en el despertar del pasado 1 de noviembre. Por fortuna, como entonces, no ha afectado a ninguna persona ni a ningún vehículo que transitaran por la carretera o por la Vía Verde. Tras aquel derrumbe en el punto kilométrico 13+700, y ante la preocupación que supuso, el Gobierno destinó 148.639 euros para instalar un sistema de protección de barreras dinámicas, con mallas y postes para prevenir futuras caídas. En esta ocasión, ha sido parte de la ladera la que se ha venido abajo.

En el lugar del desprendimiento, vigilante de lo que ocurre, el alcalde de Arnedillo, calcula que se han desprendido hasta 100 metros de ancho por 80 de ato de ladera, cubriendo por completo la calzada con rocas que pueden llegar a las 50 toneladas y dejando asilada a la villa y al resto del valle.

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