El crimen ha descendido en Washington un 26% en los últimos tres años pero, a ojos de Donald Trump, «está fuera de control». Decidido a « … liberarla» de «maleantes, drogadictos, psicópatas y vagabundos» para hacerla «hermosa de nuevo», el presidente de EE UU declaró este lunes el estado de emergencia en la ciudad «por razones de seguridad pública», lo que le permite ordenar el despliegue de la Guardia Nacional y tomar el control de sus calles. «Esto es una trágica emergencia y es humillante para mí estar aquí», dijo. «Voy a ver a Putin el viernes y no me gusta estar aquí hablando de lo insegura, sucia y desagradable que es esta capital, que un día fue bonita y ahora está llena de grafitis en las paredes», lamentó.
La imagen que Trump tiene de Washington, una urbe que siempre le ha sido hostil y en la que recibió apenas el 6% del voto en las elecciones de 2024, está tergiversada por las experiencias de conocidos cercanos y las fotografías de «baches en las calles», «medianas que se caen» y «diseñadores que necesitaban una pulgada más», criticó con disgusto. «Es una de las ciudades más peligrosas del mundo y pronto será una de las más seguras», aseguró. «Esto va a ocurrir tan rápido que no os lo vais a creer». Aparentemente es algo «muy difícil si eres incompetente», lanzó, «pero muy fácil si eres competente. Y yo soy muy competente».
Las imágenes de crímenes, asaltos y hurtos a plena vista se sucedían el lunes en la cadena Fox y en las redes sociales controladas por su movimiento Make America Great Again (MAGA), que deforman la percepción pública de algo que las estadísticas no corroboran. Las sustracciones de vehículos han descendido un 37%. Las detenciones de menores acusados de delitos han bajado casi un 20% aunque, a raíz del reciente robo con violencia que sufrió un protegido de Elon Musk de madrugada, Trump y su círculo sostengan que Washington está tomada por pandilleros adolescentes.
Peor que Bogotá o México
El presidente compareció chuleta en mano, con sus propios números y aseguró que la capital «no quiere mostrar los verdaderos para que no se sepa lo mal que está». De acuerdo a esto, Washington se encuentra entre el 20% de las ciudades más inseguras del mundo y tiene índices peores que Bogotá o Ciudad de México, afirmó él mismo, con un nivel de inseguridad ciudadana que «directamente impacta en el funcionamiento del Gobierno federal y es una amenaza para EE UU». Por ello decidió invocar mediante una orden ejecutiva la autoridad presidencial sobre el Distrito de Columbia, que tiene un estatus especial de autogobierno supervisado por el Congreso.
Eso le permite tomar el control de la Policía municipal «para propósitos federales» por el máximo tiempo permitido por la ley, que son treinta días. En ese plazo los agentes trabajarán codo con codo junto a la Guardia Nacional, el FBI, la DEA, la Policía de Parques, los Servicios Secretos y una docena de agencias de seguridad del Estado, cuyos efectivos se han desplegado masivamente en la capital, cancelando días libres y prolongando turnos nocturnos. «Vamos a tener un montón de agentes en las calles y vamos a traer al ejército, lo necesitamos», contó. En concreto, 800 militares llegarán como apoyo a los agentes locales sin tener el entrenamiento necesario para hacer sus funciones.
«Esto no es nuevo para nosotros», replicó con tranquilidad el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, que le acompañaba a Trump en el anuncio. «Ya lo hemos hecho en la frontera». El lenguaje incendiario del presidente contra los inmigrantes reaparece ahora aplicado a las «caravanas de pandilleros» que, a su juicio, asaltan sin piedad a los ciudadanos de bien «porque saben que no les va a pasar nada». El inquilino de la Casa Blanca quiere endurecer las penas para que sean juzgados como adultos. Según Jeanine Pirro, antigua presentadora de un ‘reality show’ de Fox llamado ‘Juez Jeanine Pirro’ y nombrada en mayo fiscal federal en funciones de Washington DC, los magistrados «los mandan a tribunales familiares, donde los llevan a hacer yoga y manualidades».
En un sobrio comunicado, el fiscal general electo del Distrito de Columbia, Brian Schwalb, calificó las acciones del Gobierno federal para asumir el control de la Policía de la ciudad como un hecho «sin precedentes, innecesarias e ilegales». Y añadió: «Estamos considerando todas nuestras opciones».
Donald Trump, en la comparecencia de este lunes junto a Pete Hegseth y Karoline Leavitt.
Reuters

Las acciones del Ejecutivo ya empezaron, en realidad, la semana pasada, cuando la Policía de Parques comenzó a detener a aquellos que fumaban marihuana o bebían cerveza en sus jurisdicciones verdes. Solo a lo largo del fin de semana esa y otras agencias desmantelaron hasta setenta tiendas de campaña utilizadas por ‘sintecho’. La guerra de Trump no es solo contra la delincuencia, también contra los pobres que perturban su visión y, a la vez, una venganza contra aquellas ciudades que han dificultado sus operaciones inmobiliarias, como Los Ángeles. «No me dieron los permisos. Fui a una sesión del Ayuntamiento y el alcalde me dijo: ‘Pensaremos en eso dentro de dos años’», recordó. «Y ahora están pensando en construir ahí, en un sitio tan bonito, viviendas para gente de bajos ingresos, ¿te lo puedes creer? Me encantan las viviendas para gente de pocos recursos, ¡yo gané dinero construyéndolas! ¿Pero sustituir casas por ellas en uno de los sitios más bonitos del país?», cuestionó.
La operación policial y militar de Washington DC es, también, un ensayo para acabar con «las ciudades santuario» que controlan los alcaldes demócratas, por lo que lanzó un aviso específico a Nueva York, Chicago y Los Ángeles. «Vamos a llegar ahí en breve», advirtió.
Enlace de origen : Trump desplegará a la Guardia Nacional en Washington para combatir la delincuencia