30º ANIVERSARIO DE LA UNIVERSIDAD DE LA RIOJA
La Universidad de La Rioja recibió a sus primeros alumnos en 1992 y, desde entonces, ha contabilizado 30.000 graduados, ha tenido siete rectores, se han defendido 700 tesis y ha más que triplicado su plantilla y superficie del campus
La Universidad de La Rioja lleva tres décadas siendo la principal protagonista y vía de desarrollo de la región. De hecho, desde que se fundó el 14 de mayo de 1992 –con la aprobación por unanimidad en el Congreso de los Diputados de la Ley de Creación de la Universidad riojana–, ya tuvo como principal misión «contribuir al desarrollo científico, cultural, técnico y social de la comunidad».
En aquella fecha, con la entrada en vigor de esta legislación, comenzó a tomar forma el proyecto por el que La Rioja luchó durante tantos años. «El principal hito fue su creación, porque dio respuesta a la demanda de la sociedad riojana, así como a su desarrollo y consolidación año a año y curso a curso», asegura Juan Carlos Ayala, actual rector de la UR.
ALGUNAS CIFRAS CLAVE
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55.000 egresados tiene la UR,
30.000 de ellos de títulos oficiales. -
52
millones es el presupuesto actual, frente a los 9,8 de 1992. -
2,5
millones son los usuarios que utilizan la plataforma Dialnet.
En ese proceso, la Universidad de La Rioja abrió sus puertas por primera vez hace ahora tres décadas para recibir a los 4.267 alumnos del curso académico 1992-1993 con una oferta que nada tiene que ver con la que se ofrece hoy. «Era una oferta naciente y heredada de los estudios que se impartían en las antiguas escuelas y colegios universitarios, formada por diplomaturas, ingenierías técnicas y algunas licenciaturas. Ahora está consolidada y formada por 19 grados, 14 másteres y 13 programas de doctorado, todos ellos adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior (Bolonia)».
A partir de 1992, empezaron a sucederse las elecciones de los órganos de gobierno, la dotación de estatutos y las celebraciones de elecciones a rector, pasos que se aprovecharon para que la institución, con sus distintas transformaciones, siguiese siendo uno de los motores más importantes del desarrollo social, cultural y económico de la región. Por ella pasaron Pedro J. Campos, que fue presidente de la Comisión Gestora –cargo equivalente a rector– entre 1992 y 1994; Urbano Espinosa, primer rector de la UR que impulsó las principales infraestructuras y edificios del campus riojano –estuvo en el cargo hasta el año 2001–; o Carmen Ortiz, que adaptó la Ley de Reforma Universitaria a la Ley Orgánica de Universidades, así como el sistema de facultades.
En 2004 le sucedió José María Martínez de Pisón, quien, hasta el año 2012, acometió distintos hitos: reformó el Edificio Politécnico, adaptó las titulaciones al Plan Bolonia y se fundó el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV). Durante su mandato también se firmó la alianza estratégica con las universidades del valle del Ebro ‘Campus Iberus’.
Con su sucesor, Julio Rubio –elegido rector en el año 2016–, se implantó el doble grado en Ingeniería Agrícola y Enología y peatonalizó la calle La Cigüeña en el campus. Cuatro años después, le sucedió el actual rector, Juan Carlos Ayala, quien suscribió el convenio para la integración del Grado en Enfermería en la Universidad de La Rioja y creó la Facultad de Ciencias de la Salud, que tan demandada está hoy.
Todo ha cambiado a lo largo de estos últimos treinta años. Sus instalaciones se han duplicado: ocupan una superficie de 77.000 m2 (frente a los 32.718 m2 que tenía en el año 1995), al igual que sus equipos informáticos, títulos y publicaciones científicas. «El campus se ha completado. Ahora está integrado en la trama urbana y cuenta con actividades consolidadas que también se desarrollan fuera de Logroño. Ahora nadie se imagina La Rioja sin su Universidad, sin el servicio que presta a los riojanos, sin que esta sea uno de sus motores y pilares de crecimiento y de desarrollo fundamentales».
De hecho, desde que la institución riojana abrió sus puertas en 1992, se han contabilizado 30.000 egresados en todas las titulaciones, se han defendido 714 tesis, hay más de 2.400 doctorandos y se han firmado más de 1.300 contratos de transferencia de investigación. Asimismo, cerca de 4.000 estudiantes han participado en los programas de movilidad Erasmus y 300 alumnos eligen cada año la UR para seguir sus ‘Cursos de lengua y cultura española para extranjeros’.
La tasa de población con estudios universitarios también se ha incrementado hasta el 42,8% (frente al 29,9% de 2002). Un aumento que está fundamentado en que «desde hace 30 años la UR es un factor de atracción y retención del talento importante en nuestra comunidad, si no es el que más». Pero sus hitos van más allá: Dialnet, la plataforma que nació en 2001 bajo el paraguas de la UR, se ha convertido en la mayor base de contenidos y artículos científicos en español del mundo. De hecho, dispone de más de 2,5 millones de usuarios, el 70% de ellos de Iberoamérica.
¿Y hacia dónde va ahora la UR? Hacia el progreso. «Estamos en el punto de mantener y mejorar todo aquello que durante estos 30 años se ha hecho bien. Queremos continuar dando retorno a la inversión que la sociedad riojana hace en la Universidad de La Rioja», concluye Ayala.
Enlace de origen : Tres décadas de historia al servicio de los riojanos