
Pedro Sánchez no tiene intención alguna de rebajar la presión sobre el PP, antes al contrario, sobre la inesperada vía de agua que se le … ha abierto a Alberto Núñez Feijóo por el aborto. Con la polémica viva casi dos semanas después de que los populares en el Ayuntamiento de Madrid apoyaran, y se desdijeran luego, la iniciativa de Vox sobre el inexistente síndrome post interrupción del embarazo y en pleno pulso con Isabel Díaz Ayuso por el registro confidencial de los sanitarios objetores, el jefe del Gobierno ha anticipado que el Consejo de Ministros reunido hoy en su reunión semanal requerirá formalmente a la presidenta de la Comunidad madrileña que cumpla la ley en lo que se refiere a la creación de ese listado. Y el Ejecutivo, al tiempo, lanzará el proceso de intento de reforma constitucional para blindar como derecho en la Carta Magna la prerrogativa de las mujeres a parar la gestación, aun cuando sigue sin mayoría para que fructifique.
El presidente no ha confirmado en la entrevista en la Ser cuál será exactamente el procedimiento para exigir a Ayuso que se ajuste a las previsiones legales. Sobre el cambio constitucional, que el ala socialista del Gobierno descartó por las dificultades para trabar una mayoría cualificada en el Congreso cuando Sumar lo planteó, será el Ejecutivo el que lo promueva con la petición este mismo martes del informe preceptivo al Consejo de Estado, con la intención en principio de que se trate de una modificación por la vía no agravada de la Constitución: es decir, sin disolución de las Cortes y sin referéndum, por el camino de reformar el artículo 43, que es el que consagra el derecho a la protección de la salud bajo la organización y tutela de los poderes públicos; lo que requiere, en cualquier caso, el voto de tres quintos de los 350 diputados del Congreso y de la misma proporción en el Senado. «Espero que haya una mayoría», ha confiado Sánchez para apretar las tuercas al PP. «Si, como dice, está dispuesto a defender el derecho al interrupción del embarazo, no debe tener ningún problema» para su blindaje constitucional, ha rematado.
En todo caso, y la espera de ver cómo concreta sus pasos el Consejo de Ministros, el presidente ha evidenciado su determinación de no soltar una presa política y en la batalla ideológica en la que se ha implicado personalmente. Fue él quien envió hace ocho días una carta a Madrid, otras comunidades gobernadas por los populares y Asturias -ésta, en manos socialistas- para conminarles a elaborar la relación de objetores al aborto; una previsión legal aceptada en su momentos por todos los gobiernos autonómicos, incluido el de Ayuso. Pero ésta dio primero largas a la misiva de Sánchez y después, directamente, amagó con la insurrección respondiendo a la oposición en la Asamblea con un destemplado «¡Váyanse a otro lado a abortar!».
A lo que Sánchez replicó con su «No lo vamos a permitir», un choque que llevó a su vez a Feijóo a intentar poner pie en pared ante una controversia que revuelve el patio de su partido incidiendo en que la línea oficial del PP es garantizar las interrupciones del embarazo conforme a lo que dictan las normas. Pero ayer, y tras echar un capote a Ayuso en los corrillos en el Palacio Real por el 12 de Octubre -«Estoy muy mayor», ironizó al denunciar la pretensión, a su juicio, del jefe del Gobierno de desviar la atención de las causas por corrupción que lo asedian-, fue el propio líder de los populares el que siguió alimentando el enredo al asegurar que, si gobierna, el registro de objetores no será tal, sino al revés: se consignarán los sanitarios que estén dispuestos a practicar abortos.
«Si [Ayuso] no cumple, iremos viendo cuál es la consecuencia», ha hurgado Sánchez en la herida de la oposición. Sobre el papel, un requerimiento como el que avanzaba en su carta y el que hoy oficializará el Consejo de Ministros podría acabar, en término extremo, con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el que regula la suspensión excepcional de la capacidad de autogobierno de las comunidades. El presidente ha tirado de los datos en ciudades como Roma o París y de países como Portugal para subrayar que solo el 1% de los abortos en Madrid lo son en la sanidad pública, pero obviando que la media del conjunto de las autonomías apenas es del 20%.
Enlace de origen : Sánchez eleva la presión sobre el PP por el aborto y requerirá a Ayuso que cumpla con el registro de médicos objetores