Pedro Sánchez trata de despojar de aristas su viaje a China, criticado tanto por el primer partido de la oposición, que lo considera inoportuno en … un momento delicado para la diplomacia económica no solo de España sino del conjunto de la UE con Estados Unidos, como por la propia Administración norteamericana. En una comparecencia en Pekín, tras una reunión de tres horas con el presidente Xi Jinping, el jefe del Ejecutivo ha afirmado que España y la Unión Europea defienden «los mismos principios, los mismos valores y los mismos intereses». «Y la política exterior de España -ha añadido- no va contra nadie».
En su entrevista con Xi, Sánchez – el primer líder europeo que pone un pie en Pekín desde que Donald Trump desató su batalla arancelaria– había hecho ya hincapié en que España «es un país profundamente europeísta que ve a China como socio» y había insistido en que trabajará «por unas relaciones entre la UE y China en las que imperen el diálogo, la reciprocidad y la armonía». «Tanto España como Europa tenemos un importante déficit comercial con China, que hay que trabajar por subsanar y no debemos dejar que las tensiones comerciales se interpongan al potencial crecimiento de nuestra relación entre China y España y entre China y la Unión Europea», ha defendido en su comparecencia.
El presidente del Gobierno ha insistido además en que su viaje, programado desde antes de que antes de que comenzaran las turbulencias y se intensificara el choque entre Estados Unidos y China, no debería ser visto como una provocación por parte de nadie ni tampoco como un alineamiento o una elección de bando. «España es un actor activo en la construcción del vínculo transatlántico con un socio histórico como es Estados Unidos. Queremos contribuir a esa relación positiva entre la UE y EEUU, que creo -ha remarcado- que ha sido mutuamente beneficiosa». Pero, además, ha enfatizado que nadie gana en una guerra comercial y ha advertido de que «el mundo necesita que tanto China como Estados Unidos hablen».
Viaje de Von der Leyen
El PP recriminó este jueves a Sánchez que no hubiera cancelado su encuentro con las autoridades chinas justo cuando se abre la oportunidad de una negociación con la Administración estadounidense en la que la UE ha puesto sobre la mesa una propuesta de 0-0 tarifas. El jefe del Ejecutivo, sin embargo, ha asegurado que habló con la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen -que también tiene previsto viajar a China en julio junto al presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, según el diario hongkonés South China Morning Post- y que volverá a hacerlo a su regreso.
En el Gobierno remarcan igualmente que hace poco visitó también el país asiático el comisario de Comercio, Maroš Šefčovič, y ya se negocia la posibilidad de establecer precios mínimos para los vehículos eléctricos chinos como alternativa a los altos aranceles que impuso el bloque europeo en 2023, algo en la línea defendida por Sánchez en su anterior viaje, en septiembre del pasado año.
El presidente ha tratado de rebajar así la idea de que va por libre o de que, de la mano del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, está tratando de provocar un cambio radical en la posición que la UE venía manteniendo respecto a China, a la que desde 2019 define en sus documentos como «rival sistémico que promueve modelos alternativos de gobernanza» pero también como »socio cooperador«, con el cual la UE tiene objetivos »estrechamente alineados«, un socio negociador, con el que la UE tiene que encontrar »un equilibrio de intereses« y un »competidor en la búsqueda del liderazgo tecnológico«.
Sánchez ha defendido que su política exterior es «coherente y consecuente» con la que desarrollaron otras administraciones anteriores y encuadró su viaje en el marco del 20º aniversario de las relaciones estratégicas con carácter integral entre España y China. «Y eso no es óbice para seguir construyendo la mejor de las relaciones con otras partes del mundo», ha dicho.
Enlace de origen : Sánchez defiende su visita a China: «La política exterior de España no va contra nadie»