
La decisión de BBVA de mantener la opa sobre Banco Sabadell pese a las condiciones del Gobierno no estará libre de obstáculos para llegar … a buen puerto. Fuentes del mercado confirman a este diario que el consejo de la catalana tiene previsto reunirse este mismo martes -dato que el banco no confirma- para decidir sobre la venta de su filial británica TSB, que se ha convertido en su principal escudo para disuadir al banco de Carlos Torres de su ofensiva tras recibir muestras de interés de varias entidades.
De ejecutarse a un precio adecuado, la operación supondrá una importante inyección de efectivo que el mercado descuenta desde hace semanas que Sabadell destinará a mejorar de nuevo la remuneración al accionista. Y eso sí puede hacer daño a los objetivos de BBVA, sobre todo en términos de plazos y de modificar de nuevo las condiciones del canje para ajustarlo a ese posible dividendo extraordinario, que tendría que ser aprobado en junta.
El debate del Consejo de Administración del Sabadell se centrará hoy entre dos propuestas que fuentes conocedoras apuntan a que están muy igualadas: la de Banco Santander y la del británico Barclays, que han irrumpido de forma colateral en la opa con su acercamiento a la catalana en un momento de plena ebullición en el mercado de concentraciones bancarias en Reino Unido. A falta de conocer los detalles de las ofertas que valora la cúpula del Sabadell, ayer trascendió que la entidad presidida por Ana Botín ha puesto sobre la mesa de la vallesana 2.300 millones de libras (unos 2.691 millones de euros) para hacerse con TSB, según apuntó Reuters.
Una cifra que está por encima de los 2.500 millones que los analistas consideran que serían suficientes para que Sabadell rentabilizase la venta de la entidad que adquirió a Lloyds en 2015 por 2.350 millones de euros y que en los últimos tiempos ha visto revalorizado su valor contable.
Compromiso con los plazos
Tras el acercamiento inicial y con las propuestas en firme ya sobre la mesa, el consejo decidirá este martes sobre la venta, que en todo caso tendrá que pasar por la aprobación de la junta de accionistas para cumplir con el deber de pasividad que establece la ley de opas y que impide realizar de forma directa este tipo de movimientos al consejo. La CNMV ya ha dejado claro que, si la junta la aprueba, todo estará conforme a la ley y no habrá impedimentos a una operación que, para disgusto de BBVA, podría extender aún más los plazos de su oferta, que está a punto de cumplir 14 meses.
Cabe recordar que la ley obliga a que las juntas de accionistas se convoquen con un mínimo de 30 días de antelación, con lo que el encuentro para votar la venta de TSB se celebraría ya a primeros de agosto, o incluso principios de septiembre para evitar el periodo estival. Aunque este escenario es solo una posibilidad, el banco vasco lo maneja en sus planes, pues el calendario es clave para sacar adelante su operación. Y son conscientes de que la aprobación de la venta de TSB coincidirá -previsiblemente y si todo va según lo previsto- con el periodo de aceptación de la opa, afectando de plano a la valoración del banco y obligando a la entidad a modificar su oferta inicial.
La entidad de La Vela ya ha dejado claro en varias ocasiones que la operación de TSB no influiría en su interés para seguir adelante con la oferta. Es más, en el mercado se maneja la posibilidad de que BBVA traspasaría ese negocio si finalmente se hace con Sabadell, al no poder acometer grandes sinergias, pues no cuenta con negocio retail en Reino Unido.
Pero si Sabadell destina el dinero de esa operación a una nueva mejora de la remuneración al accionista, la misma sí influirá en los términos del canje, que tendrían que ser ajustados para descontar ese pago. Así ha sucedido ya con los abonos realizados por los dos bancos en el último año. Y también pasará en agosto, cuando Sabadell tiene previsto pagar el dividendo anunciado a principios de año, de nueva creación pues hasta ahora los realizaba en abril y en octubre o diciembre.
Cabe recordar que, al inicio de la opa, a los accionistas de la vallesana les correspondía el 16,8% del nuevo banco resultante de la hipotética fusión. Pero estos ajustes de dividendos su peso se ha reducido al 14%, con un canje de una acción del banco más 0,7 euros en efectivo por 5,3456 títulos del Sabadell
¿Una ‘poison pill’?
El consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, ya indicó la pasada semana que, con la venta de TSB encarrilada, la entidad podría incluir una guía con la operación en el plan estratégico que presentará el próximo 24 de julio, a la espera de su aprobación administrativa en junta. Así, los accionistas contarían con toda la información sobre la mesa antes de decidir si aceptan o no la oferta de BBVA. El banquero insistió en que la estrategia para deshacerse de su negocio británico no consiste en una ‘poison pill’ (como se conoce en el argot financiero a una ‘píldora venenosa’ frente a una opa hostil), sino en un movimiento estratégico para la entidad y sus accionistas.
Pero lo cierto es que la pieza de TSB ha entrado en el tablero de defensa del Sabadell en un momento crítico para la opa, tras conocerse la decisión del Consejo de Ministros de prohibir la fusión de ambas entidades durante al menos tres años, prorrogables a cinco.
Cabe recordar que TSB ha pasado de ser un auténtico lastre para la entidad en los primeros años de su compra -con graves problemas en su integración tecnológica que provocaron un agujero extraordinario de 384 millones en 2018, más una fuerte multa al regulador británico- a un motor de crecimiento para su negocio. En 2024 logró aportar a los resultados del grupo 253 millones de euros.
Enlace de origen : Sabadell convoca a su consejo para la venta de TSB: Santander ofrece 2.690 millones