
Las cuentas de Repsol remontan en el tercer trimestre tras el impacto del apagón. Solo entre los meses de julio y septiembre, la energética duplicó … sus beneficios hasta 574 millones, casi tanto como en el primer semestre gracias a la «normalización» de la actividad de sus refinerías en España y Portugal.
Sin embargo, la caída de los precios del petróleo sigue haciendo mella en la evolución anual de sus resultados. La petrolera cosechó en los primeros nueve meses del año un resultado neto de 1.177 millones de euros en los nueve primeros meses de 2025, lo que supone un 34,3% menos que en el mismo periodo de 2024, por el impacto de los menores precios del petróleo en la valoración de los inventarios. El resultado ajustado, que mide específicamente el desempeño de los negocios, se situó en 2.173 millones de euros, un 19% inferior que en 2024.
Con estos números, la compañía centra toda su energía en la revisión de su plan estratégico que presentará al mercado en marzo de 2026. Hasta septiembre las cuentas han estado marcadas por la continua volatilidad en los mercados, la incertidumbre geopolítica y las preocupaciones por la sobreoferta de petróleo.
Las inversiones netas del grupo ascendieron a 2.500 millones de euros en los nueve primeros meses del año, unos 300 millones en el último trimestre. Por su parte, la deuda neta del grupo se situó en 6.890 millones, 1.162 millones superior a la del cierre del segundo trimestre debido principalmente al impacto de la consolidación de la fusión con Neo Energy en Reino Unido. Si se excluye el impacto de la fusión, la deuda neta se hubiera mantenido en línea respecto a la del segundo trimestre.
Por otra parte, Repsol prevé cerrar la entrada de un socio para una cartera de renovables de 700 megavatios (MW) en España entre finales de este año y principios de 2026 y descarta cualquier desinversión en su negocio de Exploración y Producción (‘upstream’), según indicó el consejero delegado de la compañía en una conferencia con analistas. Imaz se mostró confiado en que la venta de esa participación minoritaria en la cartera tendrá lugar «con alta probabilidad» en lo que resta de ejercicio, aunque la entrada de efectivo podría retratarse hasta 2026. A su juicio, esta cartera supone «un activo excelente, con muy buenos ‘PPA’ y una muy buena combinación de energía eólica y solar». «Es decir, para un inversor, es un activo realmente atractivo», recalcó.
Remuneración al accionista
Repsol prevé distribuir entre el 30%-35% del flujo de caja de las operaciones a remunerar al accionista, en el rango alto del compromiso adquirido para el periodo 2024- 2027. En julio, Repsol distribuyó un dividendo bruto en efectivo de 0,50 euros por acción, que, sumado a los 0,475 euros brutos pagados en enero, asciende el dividendo total en efectivo para 2025 a 0,975 euros brutos por acción, un 8,3% más que en el ejercicio anterior.
En la Junta General de Accionistas, celebrada en mayo, también se aprobó la distribución de un dividendo adicional de 0,50 euros brutos por acción, que se abonará en enero de 2026. Este dividendo en efectivo se completa con recompras de acciones por un importe total de 700 millones de euros en 2025, con el objetivo de reducir capital. Una primera reducción de capital ya se ha llevado a cabo y la segunda se efectuará antes de que termine el año. En 2026, tras las reducciones de capital llevadas a cabo en 2025, la compañía prevé distribuir un dividendo bruto que superará el euro por acción.
Enlace de origen : Repsol remonta tras el apagón pero gana un 34% menos hasta septiembre