«No ha sido una vendimia al uso pero creo que podemos estar satisfechos»

Xxx. Elena Adell, en un momento de la visita a Bodegas Campo Viejo. / FIRMA JUSTO RODRÍGUEZ

La veterana enóloga, con 37 cosechas en su haber, concluyó ayer después de casi dos meses, y con buenas sensaciones, la recogida de uva

Alberto Gil

Con 37 vendimias en su haber, Elena Adell es una de las mujeres pioneras en la enología riojana y española. Campo Viejo, la firma que más vino comercializa de Rioja, trabaja con 5.500 parcelas y 750 viticultores por toda la geografía de la región vitícola. Un auténtico desafío, cada año, para un amplio equipo de viticultura y enología que lidera Adell con una filosofía clara: «La política es la misma que en Ysios –la bodega ’boutique’ que Calatrava diseñó para Pernod Ricard en Laguardia–, separar cada zona, cada pueblo y cada depósito, pero en lugar de 150.000 kilos de uva con las 12.000 hectáreas propias y de proveedores que controlamos».

Campo Viejo comenzó a vendimiar el pasado 17 de agosto, con las variedades blancas y casi de inmediato con las tintas: «Tenemos una bodega de experimentación, con muy pequeños depósitos y llevamos años trabajando para, ante el cambio climático, intentar vendimiar antes los tempranillos con el fin de establecer un patrón de hasta dónde podemos adelantar la maduración sin que la calidad del vino se resienta». La extrema y seca 2022 ha sido una añada ideal para ello, pero en la que Elena ha sufrido: «Todos entramos en la elaboración preocupados porque no sabíamos muy bien cómo iba a reaccionar la uva con esta climatología extrema, pero a medida que las fermentaciones han ido avanzando nos hemos ido tranquilizando». «Hemos tenido que estar muy pendientes de la acidez –continúa– , de la extracción de color, que era una de las grandes preocupaciones, de las sensaciones de verdor, porque teníamos que andar con cuidado para no extraer ese tanino verde… No ha sido una vendimia fácil ni al uso, porque tampoco la climatología lo ha sido, así que creo que en general podemos estar tranquilos y satisfechos».

Impulso ecológico

La sentencia de Elena Adell se corresponde con la sensación generalizada. Muchas decisiones, acelerones y parones, pero, al final, buenas sensaciones. Campo Viejo es uno de los motores de Rioja y desde hace ya años ha girado hacia un cultivo más sostenible. En este sentido, trabaja con 40 hectáreas propias certificadas en ecológico de sus viñedos propios de Rioja Oriental, que serán 70 en breve, y ha impuesto a todos sus proveedores para 2023 la prohibición del glifosato: «En la bodega llevamos ya tiempo trabajando en ecológico y, donde más dificultades hay por la climatología, con una política de residuo cero, es decir, no haciendo tratamientos preventivos y espaciándolos al máximo». «Hay que evolucionar hacia el cultivo ecológico –continúa– y Rioja tiene mucho margen, pero tampoco perder la cabeza porque en zonas más húmedas quizás son mejores pocos tratamientos, con productos lo menos agresivos posible, que muchos con cobre y azufre».

La enóloga ha visto prácticamente todo en el mundo del vino a lo largo de su carrera: desde la elaboración de vinos ligeros de larguísimas crianzas, a la época de la sobrextracción y la sobremaduración, y cree que el momento actual es muy positivo: «La moda del exceso de grado, color y estructura ha pasado. Nos dejó algo bueno y es que hoy hacemos en general vinos con más expresión, pero no aquel exceso que impedía disfrutar de un vino». «Ahora mismo en Rioja –continúa– tenemos tal diversidad, tal oferta, que cualquier consumidor puede encontrar su vino». ¿Cuál es el mejor? El que a ti te guste y, por muy extraño que sea tu gusto, Rioja está en disposición de ofrecerlo. Para mí ese es el gran avance y la gran riqueza de esta región vitícola. Somos capaces de ofrecer infinidad de vinos diferentes».

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