El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha acusado al PP de «fabricar una versión distorsionada de la realidad» en la crisis de los incendios … y de «menospreciar el trabajo bien hecho» por el Gobierno en las últimas semanas en la lucha contra el fuego. Durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Senado, a petición del PP, Marlaska ha rechazado las críticas por la supuesta falta de previsión de la Administración Central o por los errores en los mecanismos de coordinación. «Han funcionado perfectamente», ha asegurado el ministro, que ha establecido un paralelismo en el comportamiento del PP entre la dana y los incendios: «Enmascara sus propios errores utilizando para ello las instituciones democráticas».
En este sentido, el responsable de Interior ha despreciado la propuesta del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de colocar pulseras telemáticas a los pirómanos. «Eso no va a arreglar el problema de los incendios en nuestros país», ha señalado, que ha reprochado a los populares y también a Vox sus «acusaciones sin fundamiento, sus insultos y su negacionismo».
Marlaska ha recordado que las competencias sobre los incendios corresponden a las comunidades autónomas, que «dirigen la emergencia y aportan los medios». «Parece que sus señorías del PP no lo tienen claro todavía», ha ironizado el ministro, que ha reclamado a todos los niveles de las administraciones (municipales, autonómicas y estatal) «trabajar de manera coordinada y responsable» para garantizar «el más elevado nivel de protección ante la emergencia».
En este sentido, ha insistido en que el Gobierno ha puesto a disposición de las comunidades «todos los medios disponibles» y ha apuntado que «desde el primer momento, desde los primeros incendios del 8 de agosto, hubo recursos del Estado, de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en los incendios en los que se solicitó»
También ha defendido el funcionamiento del Centro Nacional de Emergencias (Cenem), que «ha trabajado desde el primer momento en cooperación con las autonomías para conocer sus necesidades, realizar un seguimiento del fuego y coordinar las respuestas, como hace en cualquier emergencia en el país, con dedicación y exigencia extremas, dadas la extensión temporal y la magnitud de los incendios».
Marlaska se ha remitido a los primeros momentos de la crisis de los incendios y ha afirmado que el 12 de agosto, con la declaración de la Fase de Preemergencia, el Cenem comenzó «un procedimiento de comunicación reforzada con los centros de emergencia de las comunidades para realizar un seguimiento integral y prevenir con mayor precisión su posible evolución». Ese mismo día, ha dicho el ministro, se produjo el primer encuentro del Comité Estatal de Coordinación y Dirección (Cecod), que desde entonces se ha reunido «en 17 ocasiones en total».
«Dicen que se ha actuado tarde, cuando lo que hemos hecho es actuar con previsión. Dicen que el Mecanismo Nacional de Respuesta en Emergencias no existe y resulta que ha estado funcionando perfectamente, tanto para medios estatales como autonómicos, sin que ninguna comunidad autónoma haya puesto objeciones», ha enfatizado Marlaska, que, como ejemplo de la labor realizada por el Gobierno central, ha enumerado los medios ofrecido por las comunidades no afectadas que el Cenem ha coordinado para ofrecérselos a las autonomías castigadas por el fuego: siete helicópteros, seis aviones, 17 equipos de bomberos, 42 camiones y vehículos de extinción, 22 vehículos auxiliares, tres equipos de drones y diez equipos de apoyo auxiliar.
Marlaska también ha repasado la ayuda exterior recibida por España en esta emergencia. Así, Francia e Italia han enviado aviones, Países Bajos, República Checa y Eslovaquia, helicópteros, y Alemania, Finlandia, Francia, Grecia, Rumanía y Andorra, equipos de bomberos. En total, España ha contado con cuatro aviones, cuatro helicópteros, 48 vehículos y siete equipos de bomberos con 220 efectivos de diez países desde el 14 de agosto.
Enlace de origen : Marlaska acusa al PP de «fabricar una versión distorsionada de la realidad» en la crisis de los incendios