
Antonio Góngora
Sábado, 12 de julio 2025, 13:08
Las instituciones de Málaga renuncian al Mundial 2030 y tiran la toalla, bajan los brazos y admiten un fracaso histórico con un acontecimiento fantástico para la ciudad. Esta polémica decisión en contra de los intereses generales y causada por una mala gestión la comunicó este sábado el alcalde de la localidad, Francisco de la Torre, tras una reunión con representantes del Málaga, aficionados y también en presencia de responsables de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga.
Los múltiples problemas encontrados por las instituciones por la deficiente gestión sobre este asunto realizado en los últimos años han llevado a un callejón sin salida que finalmente deriva en un triste momento para Málaga y sobre todo para el equipo blanquiazul, al que se priva de disponer de un estadio actualizado, moderno y suficiente para las próximas décadas. Era evidente que la lentitud estaba siendo la nota dominante del proyecto, sin que se observaran evidencias de actividad en comparación con otras sedes.
«No merece la pena», dijo el regidor tras exponer los problemas en relación al traslado de los partidos del Málaga a otro recinto durante las obras de La Rosaleda, que han llevado a esta controvertida decisión. En su intervención tras el encuentro aseveró que «esto no se hace por dinero, sino porque es lo mejor para el club, la afición y la ciudad». De la Torre indicó que no quiere que la ciudad no cumpla con lo establecido ni que el club pueda perder su capacidad para albergar a su afición y que por eso es mejor renunciar al Mundial. «Esta decisión lo que demuestra es nuestra pasión por la ciudad y por el club. No pasa nada por renunciar al Mundial», incidió.
El regidor también alegó que el Málaga no puede estar dos temporadas sin la afición, que tanto aporta. «No debemos estar deprimidos. Si seguimos avanzando podríamos o dañar al Málaga o retirarnos en un tiempo y afectar a la imagen de España», dijo. También aseguró De la Torre tras la reunión mantenida a tres bandas que los propietarios se comprometen «a que habrá un nuevo estadio en La Rosaleda o en otro sitio».
Trabajo tirado por la borda
La apatía por disconformidad de muchos responsables públicos, que solicitaron ser sede del Mundial y luego se arrepintieron, ha convertido en inviable un proyecto que ellos mismos pensaron y elaboraron años atrás. De esta manera tiran por la borda el trabajo de este tiempo, el que se haya hecho (algunos sí remaron hacia adelante), y la ilusión de una ciudad y una provincia a la que condena nuevamente a la segunda línea nacional. Esta decisión es la gota que colma el vaso y que demuestra que Málaga ha tocado techo, que no es capaz tan siquiera de poner en marcha un proyecto para un acontecimiento ilusionante (y un campo para el futuro) y que ya había sido concedido.
El 12 de julio de 2025 deberá ser recordado como un día negro en la historia de Málaga y del fútbolde la ciudad. La fecha señalada para admitir un estrepitoso fracaso. Por contra, es el momento de que los que estaban en contra, muchos en las instituciones, que ya pueden celebrar que se han quitado de encima un gran problema, algo que les obligaba a trabajar mucho más. Llega la tranquilidad, todo seguirá igual. Habrá tiempo para resolver otros asuntos, y dinero. Aunque también llegará el momento de las explicaciones y las responsabilidades.
Enlace de origen : Málaga renuncia al Mundial 2030