Los vecinos que molestan en La Estrella

Desde hace varias semanas los vecinos de la calle Valderuga, en el barrio La Estrella de Logroño, sufren el problema de la presencia de ratas en dos solares. Los roedores salen de la maleza y corren por la calle a cualquier hora del día, lo que preocupa, sobre todo, a la dueña de la guardería La Casita de Coco, en la propia calle Valderuga, por la insalubridad que suponen, sin olvidar que en la misma zona se encuentra el hospital San Pedro y el Cibir.

«Llevamos un mes con mucho cuidado porque es un problema grande. Tenemos que cerrar las puertas porque se te pueden meter dentro. No es lógico tener estos solares así», expone Ana Oliván, directora de la guardería La Casita de Coco. «Salen a cualquier hora del día y se pasean por la calle. Ellas están en su hábitat perfectamente. No es que se vean en el solar, es que se pasean por la acera», explica Ana Oliván.

La directora de la guardería, familias de los alumnos y vecinos aseguran haber informado al Ayuntamiento de Logroño del problema. «No han hecho nada, aquí seguimos viendo ratas», critica Oliván. Diario LA RIOJA ha podido comprobar la presencia de ratas en al menos uno de los dos solares.

Miguel es vecino de la calle y afirma haber visto ratas en las aceras. «Las ratas no son nada convenientes, aunque llevo un par de días que, no sé si por el frío, no las he visto», admite Miguel. Otra vecina, Jéssica Bello, cuenta cómo un día su marido, que trabaja en una empresa de pan, vio cómo una rata se colocaba debajo de su camión de reparto. «Vas con miedo de abrir el camión y se te meta…», confiesa Jéssica.

Antonio, también vecino de la calle, relata su modo de actuación contra los roedores, sin preámbulos: «Ayer, al abrir la puerta para entrar, le di una patada a una que se quería meter en el portal y se fue por la alcantarilla». «Ya son muchas, y aquí nunca ha habido ratas», advierte Antonio.

No obstante, no es la primera vez que la calle Valderuga sufre un problema de insalubridad. En 2013 el Ayuntamiento de Logroño ya detectó una plaga de pulgones, aunque el equipo de gobierno local los identificaron como «inofensivos». Después, en 2018, el cadáver de un vecino del barrio fue arrojado a un contenedor de basura de la misma vía. Y durante los últimos años los vecinos del bario se han quejado en numerosas ocasiones de la situación de los solares. Eso sí, señala Ana Oliván, tiempo atrás había una colonia felina, «los gatos no molestaban a nadie y no se veía ni una rata». En la jornada de ayer, tras consultar este periódico con el Consistorio logroñés sobre esta situación, operarios municipales acudieron a limpiar.

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