
María Caro
Domingo, 12 de enero 2025, 15:09
Las campas de Bilibio volvieron a acoger una de las tradiciones más asentadas entre la sociedad jarrera: el Paso de la Hoja. Se trata de un encuentro que comenzó como un almuerzo por Año Nuevo. En él todo el mundo es bienvenido y todo alimento compartido, y está organizado por la Cofradía de San Felices de Bilibio.
El objetivo de la jornada es celebrar que comienza un año, y se pasa una hoja en el libro de San Felices. Una hoja queda atrás y otra llega y se escribirá con el paso de los días durante este 2025. Para festejarlo, decenas de jarreros y amigos se reúnen en torno a mesas repletas de comida y bebida de todo tipo, generalmente manjares, en muchas ocasiones elaborados en los propios hogares.
Una cita en la que siempre participa también la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Haro, fieles a las tradiciones jarreras y a los encuentros gastronómicos.
Antonio Garoña repartió chocolate en el vigésimo aniversario de esta tradición, uno de los momentos más esperados
A pesar de las previsiones de lluvia, la jornada fue tranquila desde el comienzo y terminó soleada. Como es tradicional en los principales actos festivos que alberga este rincón privilegiado, decenas de personas llegaron andando desde Haro, cubriendo los seis kilómetros que separan la ermita del núcleo urbano para acudir a la misa, que comenzó puntual a las 10.00 de la mañana.
Para el acceso a la celebración, la cofradía también había habilitado un autobús desde la estación de autobuses de Haro, a las 8.30. El único requisito: llevar algo de almuerzo para compartir. Y, un año más, la cantidad de comida superó a la de asistentes.
Por segundo año se asó en las barbacoas y con fogones. Lo que propició el reparto de chorizo asado, morcillas, panceta… que fueron precedidos por una sopa de ajo para entrar en calor.
Posteriormente llegaron las tartas y lo bizcochos. Y con ellas, uno de los momentos más esperados de la mañana: el reparto de chocolate a cargo de Antonio Garoña. Este domingo se cumplieron 20 años del primer reparto, una tradición iniciada con motivo de su cumpleaños, por lo que los asistentes cantaron el cumpleaños feliz a su cocinero, que respondió emocionado.
A continuación llegó el sorteo, otro de los momentos esperados de la mañana, en el que la priora de la cofradía, Sheila Alcalá, haciendo uso de las manos inocentes que terminaban el chocolate, comenzó a entregar los regalos llegados de los patrocinadores a los afortunados. Y es que cada año comercios de la ciudad y simpatizantes de la cofradía donan obsequios para que puedan ser repartidos en esta fecha.
Alcalá se estrenaba este año como gestora en el Paso de la Hoja y se encontraba feliz. «Estoy muy contenta porque ha venido mucha gente -señalaba mientras ofrecía trufas caseras entre las mesas-. A mi lo que me gusta es hacer piña, que estemos todos próximos en las mesas y no cada uno por un lado. Comenzamos con la idea del asado el año pasado y parece que atrae. El calorcito invita a acercarse. Se comparte, se ríe un rato y pasamos muy buena mañana».
Alcalá reconocía que la preparación de todos los festejos es duro. «Cada vez que llega un acto se pasan muchos nervios. Para mi el Primer Domingo de septiembre fue súper estresante, aunque salió muy bien. Y el próximo será mejor, seguro». Además, recordó que está rodeada de una junta «excepcional que me apoya al 100% y ayudan al 300%».
La recompensa del trabajo siempre es gratificante porque, como resumía la priora, «lo bueno es que como la mayoría de la gente te conoce, y te conoce de toda la vida, si en algo te equivocas es tan sencillo como pedir perdón e intentar rectificar, no podemos hacer más. Nos equivocamos y nos equivocaremos», aseguró sonriente, y rodeada del cariño de los asistentes.
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Enlace de origen : Los jarreros pasaron la Hoja del Libro del Santo