La plaza del Ayuntamiento de Logroño se convirtió este jueves en un garaje muy particular. Hacía parada en la capital riojana la XI Spain Classic Raid, la prueba de regularidad para vehículos clásicos más larga de Europa y que en ocho etapas Dos Hermanas y Santander, recorriendo más de 2.100 kilómetros por caminos de tierra.
Día especial para los amantes del motor, de lo vintage, de los nostálgicos. Porque en este especial aparcamiento se pudieron ver unos 150 coches que, obligatoriamente, habían cumplido ya el cuarto de siglo. Algunos de ellos se acercaban más a la edad de jubilación que a otros periodos vitales más juveniles.
Las bases del raid dejan bien claro que solo será permitida «la clasificación de automóviles con cualquier tipo de tracción (delantera, trasera, 4×4) fabricados en el siglo XX (antes del 31 de diciembre de 1999)». No se permitía la participación de camiones y motociclestas y los pilotos debían acreditar «la edad mínima mediante la fecha de primera matriculación, importación o certificado de fabricación». Y, como en este caso la experiencia es un grado, para la inscripción tenía prioridad «la antigüedad y vistosidad del vehículo», y «los turismos anteriores a 1980» serían «mejor valorados».
Algunos de los veteranos conductores que se acercaron al Ayuntamiento acariciaban los coches suavemente, recordando con cariño aquellos modelos participantes primos de los que esos visitantes habían disfrutado en su tiempo y que pasaron a mejor vida para dejar hueco a otros vehículos más modernos, a la electrónica, la seguridad y los nuevos materiales.
Y es que entre los inscritos había auténticas joyas del automovilismo. No necesariamente caros, ni pomposos, ni de marcas clásicas del lujo en cuatro ruedas como Ferrari, Lamborghini, Rolls-Royce o Bugatti.Eran más clasicos del día a día, coches reconocibles unidos muchos de ellos a historias particulares y personales de la España de los 70, los 80 o los 90.
Así, el vehículo más antiguo inscrito en esta undécima edición era un simpre coqueto Volkswagen Escarabajo de 1972, que se relacionaba con naturalidad con los franceses Citroën 2 CV o Citroën Azu 250 o con el Renault 4, el cuatro latas de toda la vida.
Todos ellos competían con ese primordial objetivo lúdico de esta prueba frente a un familiar Renault 12, los pequeños Seat y Fiat Panda, un Peugeot 504, muchos y algún que otro Mercedes. Entre los más bisoños entre tanto clásico se encontraba el Toyota RAV4, el primer SUV de la historia, que no hay que olvidar que se empezó a fabricar en 1994.
Enlace de origen : Logroño, garaje de la XI Spain Classic Raid
