Localizan en buen estado a 50 niños de un campamento tras desorientarse en Villoslada

Un agente forestal encontró a los menores, que iban acompañados por cuatro monitores, en el cortafuegos de La Lastra

Un grupo de 50 niños de entre 9 y 11 años tuvieron que ser localizados en la tarde de este viernes tras desorientarse mientras realizaban una ruta de senderismo por Villoslada de Cameros. Los menores, que iban acompañados por cuatro monitores del campamento infantil, se desubicaron durante su recorrido entre la ermita de Lomos de Orios y el sendero de Las Majadas, pasando por las Cascadas de Puente Ra.

Fueron los propios monitores, según informa SOS Rioja, los que avisaron de su dificultad para orientarse al centro coordinador de emergencias. La zona por la que desarrollaban la ruta tenía problemas de cobertura y aunque costó establecer contacto telefónico con el grupo, fue la propia directora del campamento la que consiguió confirmar a SOS Rioja de que todos los integrantes del equipo estaban bien, pero seguían sin encontrar el camino de regreso.

Tras recibir la llamada, el centro coordinador avisó a la Guardia Civil y movilizó a un agente forestal de la Dirección General de Medio Natural y Paisaje, que conocía el terreno, para colaborar en las labores de búsqueda. En este proceso, varios monitores del propio campamento, que no habían acudido a la ruta, se desplazaron también a la zona para ayudar en la búsqueda de sus compañeros.

Pasadas las 19.00 horas, el agente forestal encontró al grupo en el cortafuegos de La Lastra. Para facilitar el regreso, se dividió a los miembros del campamento en dos: los menores que se encontraban más cansados descendieron acompañados por el agente, efectivos de la Benemérita y varios monitores hasta un autobús habilitado para el traslado. El resto siguió a pie, guiado por los monitores, ya orientados, hasta el punto de encuentro en La Blanca, donde les esperaban con agua, fruta y comida.

Casi a las 21.30, SOS Rioja contactó de nuevo con la directora del campamento, que confirmó que todos los menores y monitores se encontraban ya en el campamento, sin que fuese necesario realizar ninguna asistencia sanitaria. Los niños, aunque se encontraban cansados, estaban contentos: relataron la experiencia como una auténtica aventura.