Las playas españolas ya no se quedan en cueros

Pese al diminuto tamaño de Formentera – 19 kilómetros separan el puerto de la Savina del alto del Pilar de la Mol-, la pequeña de las Pitiusas sigue multiplicando la llegada de turistas. Cada vez recibe más viajeros, especialmente italianos frente al ligero descenso de alemanes, mientras dispara la apertura de restaurantes, hoteles y tiendas efímeras de lujo (Gucci, Celine, Versace, Loewe…) de precios estratosféricos. La isla mantiene, afortunadamente, el color turquesa de sus aguas, pese a que los impresionantes y numerosos yates sigue aproximándose a los arenales, con el riesgo de destrozar las praderas de posidonia oceánicas, generadoras del azul de sus profundidades.

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