La UD Logroñés recupera la calma y la normalidad

José Martínez Glera

La
UD Logroñés regresa al camino de la normalidad, porque para ella la norma dice que debe estar entre los mejores de la categoría. Y ahora lo está, aunque la igualdad que preside la clasificación puede hacer que en apenas dos semanas cambie todo, como ha ocurrido ya. Las dos victorias consecutivas no solo han cambiado su situación en la tabla, sino que han silenciado, de momento, el runrún que parece perseguir siempre a este equipo. Calma, también por tanto, en torno a la figura de Albert Aguilá, que muchos se empeñan en cuestionar.

«Queríamos disfrutar de un partido de cara, que no lo habíamos tenido desde que comenzó la Liga», decía el sábado Albert Aguilá. Y de cara se puso, pues a los dieciséis minutos ya ganaba su equipo por 2-0. Para ello, la UD Logroñés mostró su versión más efectiva de la temporada, ya que en sus dos primeros disparos entre los tres palos encontró premios. Y no solo fue efectiva, sino que además fue práctica, solidaria e inteligente en su fútbol. Aguilá y sus hombres rescataron la intensidad que demanda la competición, fueron más rocosos defensivamente hablando y desde la labor defensiva se potenció la ofensiva.

Aguilá rota o cambia por decisión técnica o lesión, pero deja la sensación de que ningún jugador tiene el puesto garantizado

Para ello Aguilá tocó teclas de su piano. Campins y Kortazar suplieron a Lecea e Iñaki. «Por decisión técnica», apuntó en rueda de prensa. En ataque, sus hombres más adelantados llevaron hasta la última consecuencia la presión alta. De hecho, el segundo gol, obra de Doncel, nació en un robo de Mikel Arbeloa cerca del área vallesana. Y cerca del área que defendió con éxito Gonzalo Crettaz ante la ausencia de Jon Ander Serantes, el bloque se mostró mucho más compacto, con un trabajo enorme de Markel Lozano y Jaime Sierra para impedir que los arlequinados llegasen en velocidad y con espacios. Aun así, el Sabadell disfrutó de alguna ocasión para marcar. La más clara, el mano a mano entre Fernández y Crettaz en los últimos minutos. El portero desvió el esférico a córner.

La UDL fue más efectiva en el área del Sabadell, más rocosa cerca de la suya y recuperó la presión alta como arma esencial

Estos cambios en la formación, por el motivo que fuere, mostraron que hay fondo de armario. No mucho, pero hay gracias a los jugadores del filial. Dentro del primer equipo, Joan Campins se reivindicó, al igual que Ricardo Schutte, que no defraudó en su primera titularidad. Incluso Juan Carlos Menudo, al que la grada conoce muy bien, pero todo delantero necesita el gol para templar nervios. Menudo también. Golazo, que no gol. El filial presentó a Mikel Arbeloa, sobre todo. Un jugador de banda, insistente, con regate y con llegada al segundo palo.

Esos cambios derivan en la gran transformación del once blanquirrojo: la victoria en Las Gaunas. Los partidos contra Athletic B y SD Logroñés generaron una enorme expectación por el momento de cada uno de ellos. Acabaron siendo decepcionantes y asentando un duro golpe anímico, sobre todo el derbi, a los blanquirrojos. Ahora, la UD Logroñés ha derribado ese muro y sabe que sus cuentas pueden crecer también en Logroño, que es lo lógico, y no solo con el perfil de visitante. «Ganar en Las Gaunas no es lo mismo que hacerlo a domicilio. Lo importante es que hemos ganado porque sumar de tres en tres es lo ideal», decía Aguilá, consciente de la importancia del estadio para sus hombres. «Queríamos jugar en Las Gaunas y que la gente nos apoyase», recalcaba. Y llegó ese apoyo porque el sábado equipo y afición se volvieron a fusionar entre cánticos y aplausos. El pegamento del triunfo es muy fuerte.

La UDL gana tiempo ante el regreso de los jugadores lesionados

Se sentía amenazada la UD Logroñés por las lesiones de jugadores llamados a ser importantes caso de Cristian, Pichín, Boniquet y Serantes cuando ha respondido con dos victorias consecutivas, ha aliviado sus números en la clasificación y, sobre todo, ha ganado tiempo ante al regreso de alguno de sus jugadores lesionados.

Su próxima parada será en Tajonar, contra Osasuna B, el domingo (18.00 horas). Albert Aguilá confía en que para ese partido esté en condiciones de jugar Xavi Boniquet. «Se entrena ya con nosotros esta semana», dijo el sábado. También confía en que Cristian Fernández pueda reaparecer en la octava jornada, el 18 de octubre. Y por supuesto, espera que Vinicius Tanque y Zourdine Thior también puedan viajar a Pamplona. Queda en espera Jon Ander Serantes, que el sábado se perdió el primer partido de los cinco o seis que puede ver desde la grada.

Así, estas dos victorias y la irrupción de los jugadores del filial permiten a Aguilá arañar días al calendario, aunque tiene claro que no hay motivo para la preocupación. «Quienes han jugado han dado el nivel», sentencia.

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