La SD Logroñés sigue intratable lejos de casa

El partido en Barbastro comenzó con los blanquirrojos queriendo más el balón aunque ambos equipos llegaban con peligro al área contraria. Sergio Gil lo intentó de lejos, Oriol tuvo que salir de la portería para despejar el peligro en el área blanquirroja y Lamadrid también probó fortuna desde lejos.

Fueron los preámbulos del primer gol de los de Pouso, que sorprendió dejando a Miguélez en el banquillo. En una jugada por la banda izquierda del ataque blanquirrojo Sergio Gil puso el balón en el área y Rubio se lo llevó a trompicones, con mucha fe, para superar al portero local y adelantar a los riojanos.

No le sentó bien el gol al Barbastro que sufrió los siguientes minutos, aunque controlaba más la posesión. Oriol desbarató una ocasión clara de Sola que posteriormente quedó anulada por fuera de juego.

Los de Carlos Pouso salían con mucho peligro a la contra. Albizua estuvo a punto de cabecear en el segundo palo un buen centro desde la derecha; minutos después Álvaro lo intentó de lejos y más tarde Raúl Rubio llegó al área pequeña, chocó con el portero en la pugna por el balón, el árbitro no pitó nada y Lamadrid disparo para ver cómo un defensa sacaba el balón bajo palos.

Parecía que estaba cerca el segundo gol visitante pero el fútbol es caprichoso. En una buena acción ofensiva del Barbastro, Sola fue capaz de rematar a gol un buen centro desde la izquierda. Despiste defensivo blanquirrojo ya que el delantero navarro estaba libre de marca.

Era el minuto 44. Mazazo para los intereses de la SD Logroñés que no perdió la fe y fue capaz de sobre ponerse antes del descanso. Certera salida de los riojanos por banda derecha y pase al área para que Álvaro, en inmejorable posición, rematara y su tiro fuera despejado a córner. Se puso el balón en juego y Montero, desde el segundo palo, la devuelve al cogollo del área para que Nacho Ruiz esté muy atento y resuelva en forma de gol un barullo dentro del área pequeña.

Gol de los llamados psicológicos, antes del descanso. No dio tiempo para más. Camino a los vestuarios y cada entrenador a dar las correspondientes órdenes.

Salió muy enchufada la SDL en la segunda parte y Álvaro metió la punta de la bota en el primer palo para obligar a Arnau a despejar a córner.

El de la tranquilidad

Transmitía buenas vibraciones el equipo de Pouso, que decidió no especular con el resultado e ir a por el gol de la tranquilidad. Y lo cierto es que no tardó mucho en llegar. Lazkano, muy activo en la segunda mitad, puso un centro que Lamadrid desvió al segundo palo de cabeza y ahí, en un remate de espuela, Álvaro fue capaz de enviar el balón al fondo de la red.

Eran los minutos más cómodos del equipo de Pouso. No acertaba el Barbastro a pisar el área de Oriol y los blanquirrojos seguían cómodos interpretando un fútbol de control y salida rápida. En una de estas, de nuevo Lazkano desde banda derecha, puso un balón al que Rubio no llegó por muy poco.

Ambos entrenadores movieron sus banquillos, Daniel Martínez en busca de algo distinto y Pouso para dar más relevo a los jugadores más cansados. Poco a poco el Barbastro comenzó a pisar el área de Oriol. Gastón, de espaldas a portería, en el área pequeña, remató de tijera por encima de la puerta riojana.

Los locales descuidaron su defensa y centraron toda su atención en recortar distancias algo que permitió contras bien llevadas como la que inició Nacho Ruiz, prolongó Álvaro y finalizó Basurto cuando tenía a Elorza en mejor posición en el segundo palo. Corría el minuto 75.

Parecía que la SDL tenía el partido controlado pero Juan López se encargó de ponerle picante a los últimos minutos del partido gracias al segundo local de los locales, a la salida de un córner.

De ahí al final del partido el Barbastro lo intentó más con el corazón que con la cabeza. Una volea de Guille en la última jugada fue la acción más peligrosa para los aragoneses.

Al final, triunfo para la SD Logroñés que no se descuelga de la zona alta de la tabla.