En julio, en el debate sobre el estado de la región, en uno de los últimos plenos del Parlamento antes de que colgara el cartel … de cerrado por vacaciones, el presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán, anunció un plan de relevo generacional para los autónomos que persigue evitar que muchos negocios bajen la persiana por falta de reemplazo. En la práctica, la iniciativa, a propuesta de UPTA, adscrita a UGT, consiste en ofrecer a los autónomos que estén próximos a la jubilación que ejerzan de mentores con chavales o empleados para que aprendan el oficio.
La idea se suma a las ayudas puestas ya en marcha. El objetivo es dar un espaldarazo a un colectivo que lleva una década desangrándose. En julio pasado, según los últimos datos de la Seguridad Social, había 24.529 autónomos en esta comunidad, 1.659 menos que en 2015. Un camino que a lo largo de estos diez años han hecho con algunos altibajos, aunque basta con recorrer el centro de Logroño para constatar cómo proliferan los carteles de se traspasan o se venden comercios antaño boyantes que han sucumbido a las grandes superficies y a gigantes de venta online, como Amazon.
La realidad es que el empleo por cuenta propia no para de desangrarse en La Rioja, pese a que, sólo desde febrero de 2024, el Ejecutivo regional ha abonado varios millones de euros en ayudas. Hace año y medio el Gobierno de La Rioja puso en marcha el llamado Plan de Incentivo al Trabajo Autónomo y desde entonces, y a lo largo de tres convocatorias, ha tramitado 16.186 expedientes de autónomos y ha abonado ayudas por un valor de 32,63 millones de euros.
El pasado 18 de julio concluyó la cuarta convocatoria con 5.228 solicitudes presentadas. Actualmente, la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER) ha tramitado 2.339, lo que significa el 44,7% del total de la convocatoria. El resto de expedientes los verá durante las próximas semanas.
Esta última convocatoria está dotada con 17 millones de euros y está dirigida a autónomos societarios y mutualistas societarios cuya base liquidable general en el IRPF no supere los 60.000 euros, así como a aquellos que estaban dados de alta en el Régimen Especial de la Seguridad Social de Trabajadores por cuenta propia o Autónomos (RETA) como familiares de socios.
No al café para todos
Poco o mucho, lo cierto es que la deriva del trabajo autónomo preocupa y forma parte de la agenda política, aunque, sin estar en desacuerdo, el enfoque de las ayudas no es para Javier Marzo, secretario general de UPTA Rioja, el adecuado. Discrepan con que sea «café para todos» porque entienden que tienen que acabar en las manos del autónomo que realmente lo necesite, «que facture entre 600 y 900 euros al mes netos, a esos les puede ayudar, pero un autónomo que facture 50.000 o 60.000 euros ha recibido la misma ayuda».
Recibir una cantidad de la ADER «está bien, pero no soluciona el problema, porque el mayor escollo es que el autónomo no facture o no se ponga al día». En el caso de los comercios, explica, «hay muchos que están desapareciendo, que tienen 62 o 63 años y llegan a un acuerdo con la Seguridad Social para seguir pagando hasta la edad de la jubilación y cierran el negocio».
El descenso de los trabajadores por cuenta propia se explica, en parte, por la mejora del mercado laboral porque, por lo general, la gente prefiere trabajar por cuenta ajena. También influyen las jubilaciones y en los vaivenes, la reforma laboral. En cualquier caso, en UPTA han constatado un cambio de tendencia porque si bien sigue cayendo el número de autónomos, los que deciden emprender se mantienen durante más tiempo. «Hoy en día el autónomo está mejor preparado para hacer un emprendimiento en condiciones, con su plan de viabilidad, por eso el fracaso de años atrás no existe. Preferimos calidad que no cantidad».
¿Cómo se puede revertir esta situación? «Es difícil», sentencia Marzo, aunque es más probable que sea de la mano de sectores especializados, sobre todo de aquellos relacionados con la Inteligencia Artificial. En cualquier caso, fluctúan a lo largo del año. En Educación, por ejemplo, sube de octubre a junio –ocurre con las academias– y baja de junio a septiembre y, sin embargo, con la hostelería pasa lo contrario.
Una de las ideas que, a su juicio, podrían ayudar a estabilizar el número de autónomos es el mencionado programa de relevo generacional, un plan alcanzado por acuerdo con el Gobierno de La Rioja, que previsiblemente se pondrá en marcha el próximo año y que consiste en «una línea de ayudas para el autónomo que se quiera jubilar pero que antes haga de mentor para quien venga, sobre todo porque son negocios que funcionan».
Enlace de origen : La Rioja pierde más de 1.600 autónomos en una década pese a los millones en ayudas