La Guardia Civil salva a un hombre que llevaba tres días flotando en su casa de Paiporta

Tres días estuvo atrapado un vecino de Paiporta en su vivienda. El hombre, con movilidad reducida, se encontraba flotando en su casa. No podía salir. No tenía ni agua ni comida. Los efectivos de la Guardia Civil lograron rescatarlo y ponerlo a salvo.

Los efectivos fueron avisados por Protección Civil. Primero trataron de trasladar al afectado moviendo toda la cama, pero fue misión imposible porque la puerta no era lo suficientemente grande. Así que trataron de emplear un vehículo de gran tamaño con una camilla portátil.

Se encontraron con muchísimas trabas. El lugar era de difícil acceso. Necesitaron de la ayuda de los ciudadanos para poder llegar a la vivienda. Lo subieron en la camilla y lo llevaron hasta el vehículo durante unos 700 metros.

La estancia estaba completamente arrasada. En la vivienda también estaba la hermana del rescatado. La mujer se encontraba en buen estado y podía moverse por sí mismas. Entre lágrimas, ha agradecido a los efectivos que salvaran a su hermano después de pasar tres días atrapados en aquella casa sin ningún tipo de alimento ni agua.

La Benemérita ha efectuado cerca de un centenar de rescates en Paiporta. Cuando comenzó la Dana se movilizaron rápidamente incluso los efectivos que no estaban de servicio. El Sargento recuerda que lo primero que vieron fue una ola de más de medio metro. Los vehículos ya estaban flotando.

Trataron de evacuar a la población y lograron salvar a cerca de 400 vehículos. Incluso impactaron con los vehículos oficiales contra los coches para sacarlos de Paiporta. Un autobús lleno de gente también logró dar la vuelta. Los agentes se lanzaron desesperadamente a salvar a los ciudadanos. Rompieron los cristales de los coches para sacar a los afectados. «Fue desgarrador», confiesa el Sargento Gómez.

El agente Rodríguez, que estaba de descanso, cuenta que tenían pendiente un rescate al otro laso del que estaba el barranco pero una tromba de agua se lo impidió. Continuaron tratando de salvar a todos los ciudadanos que encontraron.

Pero el agua ya creció a la altura del pecho. «Se nos escaparon coches con gente flotando», lamenta el agente. Se quedaron aislados tres horas e hicieron patrullas conjuntas todos los guardias civiles que estaban agrupados. El Sargento sufrió de las rodillas y el guardia se cayó en una alcantarilla.

Entre los rescates que efectuaron tienen marcados el de un hombre que se había fracturado las dos piernas y que lograron sacar del agua. El Sargento también menciona a aquella madre con un bebé de tres meses que consiguieron poner a salvo. «Si lo ve me gustaría volver a hablar con ella», cuenta el Sargento.

«Todos rescatamos decenas de personas. A todo el que veíamos por la calle lo metíamos donde podíamos. Esto no era una inundación normal. Era un tsunami que nos arrastró a todos. Era imposible llegar a todo», implora el agente Rodríguez.

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