Viernes Santo ha amanecido soleado en Logroño. El cielo despejado y una temperatura agradable han ayudado a que un nutrido grupo de logroñeses haya llenado los bancos de la iglesia de Santa María de Palacio. Tras el Vía Crucis matutino al Cristo del Humilladero, allí también se han recordado los catorce episodios de la pasión para poner el punto de partida a los actos del día en el que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús.
Y, precisamente, ha sido la imagen de Jesucristo en la cruz la que ha dado la bienvenida a aquellos que se han acercado al céntrico templo logroñés. Un Cristo elaborado por Arnao de Bruselas en el siglo XVI y que es el protagonista del paso que posteriormente ha sido trasladado a la concatedral de La Redonda.
La cofradía del Santo Cristo de las Ánimas, que tiene a Pedro Luis Santamaría como nuevo hermano mayor, ha captado, por lo tanto, buena parte de la atención de las primeras horas del día. Sus miembros han estado acompañados por efectivos de la Policía Nacional, cuerpo que fue nombrado en noviembre hermano mayor honorífico de una cofradía que también cuenta con un renovado estandarte.
Para cuando las campanas de la iglesia han dado la una, todo estaba preparado para iniciar el traslado. Y así ha sido. Tras una saeta, el Cristo de las Ánimas ha puesto rumbo a la concatedral. En este caso, los portadores y portadoras no llevaban la cara cubierta, por lo que se podía apreciar perfectamente sus gestos de esfuerzo. Pese a eso, la devoción ha sido más fuerte.
El recorrido ha acabado en el lugar esperado, pero antes las comitiva ha hecho varias paradas, incluida una muy emotiva frente al Hospital de La Rioja. Con los profesionales sanitarios (a los que se les ha dedicado el Vía Crucis) asomados a los balcones y ventanas, el Cristo ha ‘bailado’ al son de un solo de trompeta y ha recibido una fuerte ovación en su adiós para dirigirse a reposar a La Redonda a la espera de que llegue la tarde y, con ella, la procesión del Santo Entierro.
Enlace de origen : La devoción lleva al Cristo de las Ánimas hasta La Redonda