Cuando el pasado verano Julián Álvarez decidió bajarse del lujoso barco del Manchester City para recalar en el proyecto del Atlético, históricamente muy por detrás … de Real Madrid y Barcelona en España, buena parte de crítica y afición consideraron que el argentino se equivocaba y daba un paso atrás en su carrera. A estas alturas de curso, vistas las tendencias a la deriva de los ‘skyblues’ y hacia buen puerto de los rojiblancos, todavía en la pelea por todos los títulos, cabe colegir que el campeón del mundo argentino acertó. Mérito del Cholo para persuadir a la Araña y de su club por invertir 75 millones por un futbolista que puede marcar una época en el Metropolitano, aunque vuelve a estar en el radar de los grandes de la Premier League.
Tras su doblete ante el Valencia, Julián ya suma los mismos goles que hizo el curso pasado en Mánchester (19), cuando firmó su mejor registro con Pep Guardiola. Y ha igualado esa marca con 16 partidos menos, toda vez que le han bastado 38 encuentros para alcanzar la misma cifra que hizo con 54 choques a sus espaldas en el campeón inglés. De hecho, fue el jugador más utilizado por el técnico catalán, pero siempre a la sombra del noruego Erling Haaland.
De momento, ha sellado nueve dianas en Liga, seis en Champions y cuatro en Copa del Rey con 1.081 minutos menos sobre el césped que en su última campaña como ‘cityzen’. Respecto al ejercicio 22-23, el de Cachín ya lleva dos tantos más con once partidos menos. Ese registro goleador le permite ser el máximo artillero del Atlético y, si se tienen en cuenta las asistencias, ha participado en 23 tantos de los colchoneros.
Con los meses decisivos de la temporada aún por jugarse, Julián Álvarez está en disposición de completar incluso su temporada más realizadora como profesional. Su récord son los 26 goles anotados en el curso 20-21 con River Plate, justo cuando su nombre comenzó a relacionarse con algunos de los mejores equipos del fútbol europeo.
Más allá de sus definiciones, de su versatilidad, de su capacidad para moverse por todo el frente de ataque y de asociarse como enganche, lo que más enamora a los atléticos de la Araña es su capacidad para liderar a partir del esfuerzo, el trabajo y la solidaridad con los compañeros. Como prueba, un botón: «Contento en lo personal y siempre que sirva para ayudar al equipo, mejor. Falta mucho aún. Hay que seguir con humildad y trabajo», declaró tras batir dos veces a Mamardashvili en Mestalla.
Para Simeone, la Araña es su gran apuesta, un ejemplo, un guía espiritual para propagar el catecismo cholista entre los miembros del argentinizado Atlético, tanto que le apodan el ‘Asadito mecánico’. «Lo dijimos cuando todavía no refrendaba con hechos por qué fuimos a buscarle. Nos ilusiona el presente, las formas, es humilde. Julián tiene 25 años, lo ha ganado todo, y sigue en la línea de humildad que le permite ser diferente». Con el discurrir de los años, el reto es que Julián Álvarez se confirme como el mejor sucesor posible de Griezmann en el Atlético.
Enlace de origen : Julián Álvarez, el heredero de Griezmann en el catecismo cholista