
Domiciano Jiménez regresa a la primera línea a sus 68 años. Este histórico militante del Sindicato de Trabajadores de la Administración Riojana (STAR), fundador de … la organización hace 35 años y que ha estado siempre al frente salvo en este último periodo 2021-2025, resultó ayer elegido otra vez como secretario general durante el congreso celebrado por STAR y recoge el testigo de Sara Chandro, que se encargará de coordinar la actividad sindical y los procesos electorales.
– ¿No hay relevo en STAR para que a sus 68 años vuelva a asumir la máxima responsabilidad? Su edad es ya de jubilación.
– En el mundo sindical, como en la política, la edad importa poco. No me planteo una jubilación como sindicalista ni tampoco como ciudadano. Y yo no me había ido de STAR, he seguido colaborando de manera intensa y permanente. Y ahora asumo una responsabilidad sobre todo desde el punto de vista de representación institucional. Sara (Chandro) se encargará de coordinar la actividad sindical y Lourdes (Montes) de los distintos servicios de formación, orientación, empleo…
Actualización de dietas
«No puede ser que el Parlamento adapte las de sus diputados cada año y el personal público tenga las de hace 20»
– ¿Qué retos tienen para estos próximos cuatro años?
– Principalmente dos. Uno es la integración del personal en los nuevos cuerpos de la Ley de Función Pública de La Rioja. Se han creado nuevas escalas y hay muchísimas personas pendientes de reclasificación, de integrarse en los grupos B, C1 o C2 y no podemos permitir que esto se alargue en el tiempo. Y en segundo lugar está la actualización de las dietas. No puede ser que el Parlamento las haya adecuado para sus diputados y el personal de la Administración las tenga congeladas desde hace 20 años. Queremos que a 1 de enero de 2026 tanto un asunto como el otro estén resueltos.
– La interinidad siempre ha sido una de las grandes preocupaciones de los sindicatos. ¿Está tomando las medidas necesarias la Administración para atajarla según los mandatos de la UE?
– La interinidad está condicionando los procesos de negociación en los diferentes ámbitos: educación, sanidad, justicia… Es un problema porque las garantías que tienen que dar las administraciones públicas en cuanto a contratación no permiten la agilidad necesaria. Desde el momento en que se produce una jubilación o se crea una plaza hasta que se puede ocupar de forma permanente pasa mucho tiempo, hay muchas trabas administrativas, restricciones en la tasa de reposición de efectivos… Y eso eleva la interinidad.
– ¿Qué debieran hacer las administraciones riojanas para mejorar esta situación?
– Hay un problema generalizado. La propia legislación del Estado establece un límite en la tasa de reposición de efectivos. Pero los tiempos se pueden acortar para que no pasen dos o tres años desde que hay una jubilación hasta la toma de posesión de la plaza.
Condiciones laborales
«Si alguien cree que los funcionarios viven bien, que oposite para entrar en la Administración»
– Lejos de ganar agilidad, se acumulan retrasos en oposiciones, de más de tres años en la Administración del Estado. ¿Por qué?
– Se han atascado convocatorias también por el efecto de la Ley 20 de 2021 de reducción de la temporalidad, que compromete al Estado y a las administraciones públicas a rebajar la tasa al 8%. Pero con la normativa actual y los problemas que hay para llevarla a cabo, eso es prácticamente imposible. Yo diría que llevamos cuatro años y medio, desde 2021, en los que los procesos selectivos no se están sacando en tiempo. En La Rioja, por ejemplo, el atasco que había en educación se ha reconducido, se ha contratado personal y este año por primera vez la Oferta Pública de Empleo se ha acordado ahora y no en octubre o noviembre. Aquí sí se ha mejorado pero en el Servicio Riojano de Salud (Seris) tenemos acumuladas convocatorias de oposición.
– STAR ha denunciado recientemente «sobrecarga» en medicina de familia. ¿Cómo es la situación en La Rioja?
– Hay un problema tremendo, pero también en enfermería o en otras categorías profesionales –en la sanidad–. En medicina de familia quizá la situación se agrava porque hay mucha competencia, con comunidades autónomas echando la casa por ventana, sacando la chequera para contratar médicos. Creo que es un error porque las administraciones públicas debieran homogeneizar las retribuciones de sus trabajadores.
Los sueldos de los médicos
– Con Cantabria y el País Vasco ofreciendo, respectivamente, 15.000 y 10.000 euros anuales brutos más que La Rioja, ¿cómo puede competir nuestra comunidad para captar médicos?
– La Rioja es un buen lugar para vivir y trabajar, lo dicen los propios médicos, los MIR que están aquí o que han pasado aquí su proceso de formación. Es cierto que en otros lugares las posibilidades de lograr una plaza, de tener mayor movilidad o de especializarse son mayores, porque por ejemplo solo el hospital Vall d’Hebron de Barcelona tiene 12.000 trabajadores y en todo el Seris hay 5.000. Y también se puede mejorar en rebajar la carga administrativa y burocrática que tienen ahora los médicos en nuestra comunidad.
– La defensa de la escuela pública es otra de sus reivindicaciones históricas. ¿Está el Gobierno de La Rioja en esa órbita o le reclaman mayor apoyo?
– Hay que exigir más apoyo y presionar más que nunca. Este Gobierno, y algunos anteriores, potencia más la escuela concertada que la pública. Se ha incorporado el cheque bachillerato, se han incrementado las condiciones para ir al comedor escolar, se autorizan nuevas líneas en colegios concertados mientras se eliminan o se ponen trabas en los públicos. Y en el ámbito universitario también vemos que se autorizan para la universidad no pública –en alusión a UNIR– nuevas titulaciones que no se conceden a la UR.
– El número de trabajadores públicos en La Rioja no ha dejado de crecer en los últimos años. ¿Es suficiente o hay carencias?
– Algunos servicios están infradotados. Sanidad requiere más personal, en los colegios públicos también hace falta más plantilla, al igual que en ámbitos como justicia o servicios sociales porque surgen nuevas necesidades que deben ser atendidas.
– ¿Y hay servicios que estén sobredimensionados?
– Quizá los haya habido en algún momento, por ejemplo, en vivienda cuando hubo una parálisis en la construcción. Ahora no creo que sobre gente en ningún servicio.
– ‘¡Qué bien viven los funcionarios!’ Es una expresión que se oye a menudo. ¿La comparte?
– Excepciones hay en todos los sitios y yo también veo a trabajadores del ámbito privado tomando café a las 08.15 horas en su horario laboral o saliendo a comprar el pan. Los funcionarios fichan casi todos. Si alguien cree que viven muy bien, su salida es muy sencilla: que oposite a ver si entra a trabajar en la Administración. El puesto es fijo, sí, pero los salarios en la empresa privada, cuando hay competencia, pueden mejorar por la valía del trabajador. En el ámbito público no es así.
Enlace de origen : «Hay que presionar más que nunca para defender la escuela pública»