La fuente del vino toma todo el protagonismo en el cruce de Gran Vía, Vara de Rey y Avda. Solidaridad. :: /
Las vísperas de los festejos vuelven a ser como solían
Hasta que el cuerpo aguante o, siendo como es
San Mateo, hasta que el agua sea vino. Logroño recupera las Fiestas de la Vendimia tras dos años sin celebración o haciéndolo a medias y, de la misma manera, las vísperas también han vuelto a ser como siempre. Y ello, habiendo superado una pandemia, no deja de ser noticia. La mejor de las noticias.
Este viernes, en la previa al disparo del cohete, la capital de La Rioja ha vivido las primeras inauguraciones oficiales tras la proclamación de los Vendimiadores 24 horas antes con las que, al menos con el programa en la mano, empezó todo. Y así hasta el 23 de septiembre, con el deseo de que todo transcurra con normalidad… la vieja normalidad que tanto se echaba de menos.
La ciudad ya disfruta de su tradicional Fuente del Vino, en la confluencia de Vara de Rey con Gran Vía. Todo un símbolo, sin lugar a dudas el más fotografiado cada septiembre por logroñeses y visitantes, que no podía faltar en los sanmateos del reencuentro. El grupo folclórico Aires de La Rioja y los Gaiteros de Albelda han puesto música y baile al acto, ese en el que el agua se convierte en vino y se disparan las ganas de celebrar a la espera de lo que pase a la mañana siguiente en la plaza del Ayuntamiento.
Antes y después, las inauguraciones de algunos de los escenarios mateos se han ido sucediendo según lo establecido de antemano en el guión. Un guion que, de nuevo, ha contado con un llamamiento a festejar, y hacerlo además con responsabilidad, por parte de las autoridades conscientes como son de que toda una tierra, como es La Rioja, y todo un pueblo, como es Logroño, tiene «muchas ganas» tras un 2020 que no pudo ser y un 2021 que fue, pero de aquella manera (con espacios perimetrados, aforos controlados, distancias de seguridad y mascarilla).
Así, primero ha sido la puesta de largo de la Muestra de Casas Regionales, en una Glorieta del Doctor Zubía sin casetas ni venta de productos gastronómicos, tal y como ya se había advertido.
Después ha llegado la de la carpa de la Casa de Andalucía, en el entorno del Revellín, también como venía siendo lo normal y corriente en los últimos tiempos, y así vuelve a serlo ahora.
Por último, ha tenido lugar la apertura del Espacio Peñas 2.0, en la plaza de Ángel Bayo. Uno de los imprescindibles para retomar el pulso justo donde se quedó, en 2019. Tan lejos, pero a la vez, y por fin, tan cerca.
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