
«No filtré nada; reaccionamos a un intento de intoxicación, a un bulo porque se estaba cuestionando muy gravemente la honorabilidad de la Fiscalía. Colocamos … los correos solo después de que estos hubieran sido revelados a la opinión pública. En esta causa hay una actuación desleal no con el acusado, sino con el tribunal».
Despojado de su toga de fiscal general para presentarse ante la sala de siete magistrados como un ciudadano particular, Álvaro García Ortiz ha defendido este miércoles su inocencia y ha negado haber cometido un delito de revelación de secretos, por el que las acusaciones le reclaman entre cuatro y seis años de prisión, doce de inhabilitación y más de 400.000 euros de multa. La suya fue una declaración que quedará marcada en letras rojas en el Supremo, al ser el primer jefe del Ministerio Público en activo, cabeza visible de los 2.800 fiscales de la carrera, en ser juzgado por la Sala Segunda (Penal) del alto tribunal, dada su condición de aforado.
La puesta en escena de su alegato de defensa, que se extendió durante una hora y cuarto, fue muy particular. Se trató de una exposición a su medida, una suerte de monólogo sin interrupciones. Para ello, anunció de forma previa que no contestaría a las acusaciones, encabezadas por el abogado del querellante Alberto González Amador y el resto de integrantes de la acción popular. Tras este primer gran titular, sin solución de continuidad se puso en manos de la represente de la Fiscalía, que no acusa en la causa, y de la Abogacía del Estado, que ejerce su protección legal desde su imputación en el Supremo en octubre de 2024.
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Enlace de origen : García Ortiz: «No filtré nada; reaccionamos a un intento de intoxicación para defender el honor de la Fiscalía»