La sensación que transmiten es unánime: frustración. Una enorme frustración. Aquella alegría que supuso para todos ellos saberse beneficiarios del bono joven del alquiler ha transitado lentamente hacia el enfado y el desconcierto.
Cuatro parejas y una joven que comparte piso de alquiler con su hermana y su madre se han puesto en contacto con e
Enlace de origen : «Están paralizados, van a cuenta gotas»