Avances importantes y un nuevo acuerdo entre China y Estados Unidos. Es lo que ha anunciado este domingo la Casa Blanca, después de dos jornadas … maratonianas de negociación en Ginebra (Suiza). A falta de que se conozcan los detalles del acuerdo este lunes en Washington, el secretario del Tesoro estadouniense, Scott Bessent, ha anunciado este domingo que las conversaciones fueron «muy productivas» y que, a su juicio, la «rapidez» con la que se han limado las asperezas «reflejan que quizá las diferencias no eran tan grandes como se creía».
La segunda reunión entre Washington y Pekín para desescalar la guerra comercial alienta la esperanza de una posible desescalada entre las dos potencias. Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, retomaron este domingo las conversaciones con el vice primer ministro chino, He Lifeng, tras una maratoniana jornada de negociaciones -de más de ocho horas- el sábado.
El mensaje en redes sociales del presidente estadounidense, Donald Trump, en la pasada madrugada, tras el primer encuentro, rezumaba optimismo: «Una reunión muy buena hoy con China (…). Se discutieron muchos temas y se llegó a muchos acuerdos», apuntó y destacó que ambas potencias han negociado «un reinicio total» de sus relaciones «de forma amistosa, pero constructiva».
El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick también se mostró «optimista de que las cosas saldrán bien» y aseguró en una entrevista con la CNN este domingo que la desescalada de la guerra comercial es «realmente importante» para los dos países. La delegación China, por su parte, emitió un comunicado el sábado que se limitaba a constatar que había habido «avances importantes» en las negociaciones. También apunta que es necesario reforzar la comunicación bilateral y que será beneficiosa para «evitar malas interpretaciones».
El domingo, un asesor económico de EE UU aseguró -en los márgenes de la reunión a las afueras de Ginebra- que China «está dispuesta a colaborar». El secretismo que rodeó la reunión fue absoluto durante los dos días de negociaciones. Sin embargo, en una entrevista a Fox News, el consejero económico, Kevin Hassett, destacó que «China esta muy, muy dispuesta a jugar la pelota y re-nomalizar su relación» con Washington. Añadió, además, que más acuerdos comerciales podrían llegar «de forma inminente» tras el pacto alcanzado con Reino Unido la semana pasada.
Pekín busca una pausa
La relación entre las dos potencias vive uno de sus puntos más críticos, desde que Trump elevara los aranceles que aplica a los productos chinos importados a EE UU hasta el 145%. China respondió con aranceles del 125%, lo que aumentó la tensión. Tan sólo estas últimas dos semanas ha habido acercamientos y, antes del fin de semana de negociaciones en Suiza, Trump deslizó que las tasas al gigante asiático podrían reducirse al 80%.
Sin embargo para las autoridades chinas esa rebaja no parece que sea suficiente y que esté tratando de lograr una exención de 90 días como la que la Casa Blanca ha dado a la Unión Europea. Y es que los aranceles de Trump ya han dañado la economía china, la mayor exportadora mundial, que ha sufrido un retroceso de su Producto Interior Bruto (PIB) del 2% desde que se empezaron a aplicar los aranceles.
En un comunicado publicado en la agencia oficial china, Xhinhua, las autoridades de Pekín afirmaban que están dispuestos a trabajar con la comunidad internacional para oponerse de manera conjunta a «todas las formas de unilateralismo, proteccionismo y coerción económica». Y advertían que, de elegir la confrontación, «la determinación de China de proteger sus intereses es inquebrantable».
En ese sentido, destacan que «el abuso imprudente» de los aranceles por parte de EE UU va en contra de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que representan «un intento deliberado de subvertir el sistema de comercio multilateral».
Enlace de origen : Estados Unidos ultima un nuevo acuerdo comercial con China