
Una semana después de la entrada en vigor del alto el fuego en Gaza, los frentes se le acumulan a Hamás. Mientras los gazatíes tratan … de rehacer sus vidas sobre los escombros de lo que fueron sus casas, los islamistas trabajan en la recuperación de los cuerpos de los rehenes y lanzan una purga a gran escala contra clanes a los que acusan de haber colaborado con Israel o robar ayuda humanitaria para su reventa. Tras unos primeros días de extrema violencia en las calles, con ejecuciones públicas y asaltos a edificios con armas pesadas, Hamás da por silenciada la batalla interna que deja decenas de muertos y las armas callan. Por ahora.
Queda pendiente el pulso con los civiles y las milicias palestinas formadas y armadas por Israel que han buscado refugio más allá de la ‘línea amarilla’ a la que se ha replegado el ejército. Estados Unidos ha decidido crear ahí un lugar seguro no solo para estos clanes, sino para todos los palestinos que huyen de la violencia de los milicianos. Una represión que ha hartado al propio presidente de EE UU. Si hace tres días admitía que Hamás disponía de cierta licencia temporal para neutralizar a «una o dos pandillas malas», anoche entró en cólera. Trump acusó a la organización islamista de continuar «asesinando a gente» y amenazó con «entrar» en la Franja y matarlos a todos», precisó sobre los milicianos. El líder republicano apuntó que las ejecuciones sumarias y los choques armados de estos días «no estaban en el acuerdo» para la tregua.
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Las escenas en las calles recordaron a las que se vivieron en 2007 durante los enfrentamientos entre Hamás y Fatah y los grupos fieles a las autoridades de Ramala. El mismo sábado a la noche, tras hacerse público el pacto de alto el fuego, comenzaron los combates con el clan de los Doghmush, en los barrios de Tel Al Hawa y Sabra, de Ciudad de Gaza, y se extendieron a los Al Majayda, en Khan Younis.
El Ministerio de Interior gazatí defendió las «operaciones de seguridad»» para restablecer el orden y denunció la presencia de «bandas criminales» que dañan a la población con actividades como el robo de ayuda humanitaria. En el mismo comunicado abrieron la puerta a la amnistía y señalaron que «las personas involucradas deben entregarse a los servicios de seguridad en el plazo de una semana». Otra hipótesis que cala en los países del entorno y Occidente es que Hamás, simplemente, está llevando a cabo una ‘vendetta’ contra las dinastías que le han combatido durante la guerra aprovechando el vacío de poder.
La organización dice que son «operaciones de seguridad» e insta a todos sus rivales a entregarse
Los Doghmush son una extensa familia con miembros vinculados a diferencias facciones, incluida Hamás, y su líder, Abu Al Hassan, acusó a los islamistas de «disparar o arrestar a cualquiera que pertenezca al clan, sin distinción». La familia rechaza las acusaciones de colaborar con Israel y al menos 60 miembros han sido detenidos. De este clan surgió en 2014 el ‘Ejército del Islam’, facción yihadista que juró lealtad al Estados Islámico.
Las enseñanzas de Sinwar
Los Al Majayda están vinculados a Fatah, facción palestina que controla Cisjordania y, después de los graves choques, han emitido un comunicado para plegarse a los islamistas y anunciar «su pleno apoyo al gobierno y a sus fuerzas de seguridad». «Las armas que no están dirigidas contra la ocupación ni se utilizan en defensa de la patria están contaminadas en su propósito, y portarlas y usarlas en conflictos internos es un delito contra la patria y la sociedad».
En el primer aniversario de la muerte de Yahya Sinwar, exlíder del grupo islamista y cerebro del ataque del 7 de octubre, el aparato de persecución de colaboradores de Hamás debe mucho a las técnicas impulsadas por aquél. Sin piedad.
A pesar de que no han devuelto todos los cuerpos de los rehenes, como establece la primera fase del acuerdo, Estados Unidos desea pasar a una segunda fase y pide contención al Estado hebreo. Cuando las imágenes de las ejecuciones sumarias realizadas por Hamás en plena calle se hicieron virales esta semana, Trump pareció expresar cierta tolerancia para garantizar la sguridad civil. Pero eso se ha terminado a tenor de lo que dijo este jueves.
La población de Gaza se concentra entre la «zona humanitaria» de Al Mawasi, las localidades del centro de la Franja, severamente dañadas, y Ciudad de Gaza, con barrios enteros reducidos a escombros. Hamás trata de imponer su control en estas zonas.
Las armas apuntan ahora a los clanes proisraelíes
Las armas de Hamás apuntan ahora a las milicias creadas y armadas por Israel. En el sur operan las Fuerzas Populares lideradas por Yasser Abu Shabab, beduino de la tribu de los Tarabin y traficante que escapó de prisión el 7 de octubre de 2023. Se estima que cuentan con unos 300 hombres y ha sido responsable del saqueo sistemático de camiones de ayuda. Israel también ha apoyado a un grupo autodenominado Fuerza de Ataque Contra el Terror, liderado por Hussam Al Astal, exoficial de la Inteligencia de la Autoridad Palestina.
Toda esta violencia inquieta a EE UU y los países de la región. El ejército estadounidense ha exigido a Hamás que deje de «disparar a civiles inocentes». El jefe del Comando Central. Brad Cooper, aconsejó a la milicia que aproveche esta «oportunidad histórica desarmándose sin demora».
La situación ha puesto en máxima alerta a la Casa Blanca, que ha creado un espacio seguro al otro lado de las posiciones del ejército israelí para todos los gazatíes que quieran escapar del control nuevamente impuesto por los islamistas o su represión. Cooper recordó a los militantes que esas personas están bajo tutela de las Fuerzas de Defensa. Egipto ha propuesto crear también con urgencia una fuerza de seguridad provisional de 10.000 efectivos que amortigúe el vacío de poder en la Franja.
Enlace de origen : Estados Unidos advierte a Hamás que matará a sus milicianos si siguen asesinando gente