Desde 2010, las elecciones que ganó Artur Mas, el delfin de Jordi Pujol, con la pulsión independentista aún soterrada, Cataluña ha votado en seis autonómicas en 14 años. Una de las evidencias que ha rodeado la década marcada por el desafío del ‘procés’ separatista. Las dos últimas se celebraron en la excepcionalidad: las de 2017 fueron forzadas por Rajoy aplicando el 155 de la Constitución tras el referéndum del 1-O y la declaración unilateral de secesión; las de 2021 lo fueron con la pandemia aún condicionándolo todo. En 2027, la participación se disparó al 79%. Hace tres años, se quedó en un corto 51,2. De la movilización de hoy, en una sociedad con cansancios cruzados, depende el duelo Illa-Puigdemont.
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