La música de la Champions regresa al Santiago Bernabéu para alimentar los sueños de un equipo que se muestra ávido de reconquistar Europa. Exactamente cinco meses después de rendir armas en su defensa del cetro continental tras sucumbir frente al Arsenal en cuartos de final, el Real Madrid se reencontrará este martes con su torneo fetiche y lo hará con ilusiones renovadas, un nuevo general en el banquillo que ha puesto firmes a sus soldados y, sobre todo, presumiendo de tener en sus filas a un francotirador que no para de fusilar a diestro y siniestro. Mbappé es la bala de plata a la que se agarra el quince veces rey del Viejo Continente para iniciar el trayecto hacia el Puskas Arena de Budapest, escenario de una final en la que ansían con estar presentes los blancos para pelear por la Decimosexta.
El viaje comienza frente al Olympique de Marsella, equipo que vuelve tres años después a la máxima competición continental. Campeón de Europa en 1993, cuando tumbó en la final al Milan con un solitario gol de Basile Boli, el club más emblemático de la Provenza tiene hoy poco que ver con aquel que reinó durante cuatro años consecutivos en el campeonato francés y rubricó una época inolvidable levantando la ‘orejona’ en Múnich, la primera bajo la actual denominación del torneo estrella.
Durante aquellos tiempos de vino y rosas, los aficionados del Marsella vieron desfilar de cerca a astros del calibre de Eric Cantona, Dragan Stojkovic o Rudi Völler. Uno de esos hinchas era Zinedine Zidane. Nacido en La Castellane, barrio marsellés al que emigraron sus padres cuando estalló la guerra por la independencia en la Argelia francesa, el mito del fútbol galo y del Real Madrid, que por entonces daba sus primeros pasos en la élite del balompié, se quedó prendado especialmente de Enzo Francescoli. Tanto que bautizó a su primer hijo con el nombre del elegante futbolista uruguayo al que Bernard Tapie echó el lazo en 1989 como parte de su plan para conformar una escuadra galáctica que se erigiese en la gran referencia del fútbol francés.
El polifacético empresario, que llegó a ser ministro con François Mitterrand y dueño de Adidas, construyó un imperio futbolístico, pero, a la vez, fue el causante de su descenso a los infiernos. El amaño de un partido frente al Valenciennes disputado la semana anterior a la citada final de la Champions precipitó la decadencia del Marsella, al que le quitaron el título de la liga francesa que abrochó aquella campaña, le vedaron el acceso a competiciones europeas durante un año y sufrió el descenso de categoría como castigo más doloroso. Rozó la desaparición y vio cómo Tapie salía de mala manera, pero la llegada de otro millonario, Robert Louis-Dreyfus, sirvió para reflotar el barco. El Olympique regresó a la élite, volvió a ganar la Ligue 1 en 2010 y alcanzó la final de la Europa League en 2018, donde cayó a manos del Atlético.
Para entonces la propiedad del Marsella correspondía ya a Frank McCourt, empresario estadounidense que comenzó a imprimirle un sello español al club con la incorporación de Andoni Zubizarreta como director deportivo. Hoy la bandera rojigualda la porta Pablo Longoria, ovetense de nacimiento pero sportinguista de corazón que inició como ojeador una meteórica carrera en el fútbol que le llevó a suceder a Zubizarreta como mánager del Marsella en 2020 y tomar las riendas del club un año después.
Desde entonces han pasado por el inestable banquillo del Marsella Jorge Sampaoli, Igor Tudor, Marcelino García Toral, Gennaro Gattusso, Jean-Louis Gasset y un par de interinos. Sampaoli y Tudor fueron los únicos que superaron el año en el cargo que ahora ocupa Roberto De Zerbi. El italiano aterrizó la pasada campaña tras maravillar con el Brighton y este martes se presentará en el Bernabéu al frente de un pelotón de viejos conocidos de la parroquia española como Rulli, Aguerd, Kondogbia, Vermeeren, Aubameyang y Greenwood. El británico, ex del Getafe y autor de 22 goles durante su primera campaña con el Marsella, es el principal agitador de una escuadra que afrontará una prueba de fuego frente a un rival rearmado.
Vuelven Camavinga y Bellingham
Los regresos de Camavinga y de Bellingham fueron las principales noticias que dejó la convocatoria de Xabi Alonso de cara a un duelo en el que el Real Madrid aspira a romper su peor racha de derrotas en la antigua Copa de Europa: tres. El francés llevaba de baja desde el 8 de agosto, fecha en la que sufrió un esguince de tobillo, pero no juega desde finales de abril, cuando sufrió una rotura completa del tendón del aductor izquierdo en un pleito liguero contra el Getafe. Más sorprendente es el regreso del inglés, que ha reducido de tres a dos meses el tiempo de recuperación que preveía el Real Madrid cuando pasó por el quirófano para solucionar sus problemas en el hombro izquierdo.
Se trata de dos refuerzos de lujo para el Real Madrid, que ha salido victorioso de sus cuatro pulsos previos con el Marsella en la Champions, todos ellos en la campaña 2003-04, y puede convertirse este martes en la primera escuadra que pulveriza otras dos barreras en la máxima competición continental ya que está a solo un triunfo de alcanzar las 200 victorias y a dos goles de sellar las 700 dianas.
-Alineaciones probables:
Real Madrid: Courtois, Trent, Militao, Huijsen, Carreras, Valverde, Tchouaméni, Arda Güler, Mastantuono, Mbappé y Vinicius.
Olympique de Marsella: Rulli, Pavard, Balerdi, Medina, Emerson, Kondogbia, Hojbjerg, Greenwood, Nadir, Weah y Aubameyang.
Árbitro: Irfan Peljto (Bosnia).
Estadio: Santiago Bernabéu.
Hora: 21:00 h.
TV: Movistar Liga de Campeones.
Enlace de origen : El Real Madrid lanza la reconquista de Europa con una bala de plata