El centrista Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se alzó este domingo como el nuevo presidente de Bolivia tras imponerse al exmandatario conservador … Jorge Tuto Quiroga en una inédita segunda vuelta. El candidato centroderechista se impuso con el 54,6% de los votos, frente al 45,4% logrado por su rival. Con esta victoria, Paz abre una nueva época en el país tras 20 años de gobiernos de izquierda del Movimiento al Socialismo (MAS).
En su primer discurso, Paz delineó las principales prioridades de su Gobierno: abrir Bolivia al escenario internacional, reconstruir la confianza interna y encarar una crisis económica que ha golpeado con fuerza a los hogares bolivianos. «Hay que abrir Bolivia al mundo, retomar un rol que perdimos geopolíticamente y geoeconómicamente en las dos últimas décadas», afirmó.
Agradeció, también, las felicitaciones que enviaron los líderes americanos y en especial el respaldo ofrecido por Estados Unidos. El vicesecretario de Estado norteamericano, Christopher Landau, se mostró satisfecho «con el deseo del Presidente electo de volver a relacionarse política y económicamente» y se comprometió a trabajar «estrechamente».
El secretario de Estado, Marco Rubio, también celebró en X el fin dos décadas de «mala gestión» y aseguró que «están dispuestos a colaborar en prioridades compartidas, como el fin de la inmigración ilegal, la mejora del acceso a los mercados y la lucha contra las organizaciones criminales».
El presidente argentino, Javier Milei, no tardó en congratular a Paz y calificó el día como «histórico» por el inicio de una era en la que el país «ingresará nuevamente al mundo libre, con un rumbo orientado a la apertura económica, al combate a la corrupción y la inseguridad, y al fin de la era del despilfarro del Estado».
Más moderado
Paz presentó un perfil algo menos conservador y consiguió el voto de los desencantados con el MAS
Los líderes políticos de Chile y Panamá tampoco tardaron en ofrecer colaboración al nuevo presidente y el chileno, Gabriel Boric, reafirmó su «compromiso» con el trabajo entre ambos países.
Por su parte, el electo, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora agradeció el respaldo de los países así como de sus votantes, y reconoció el gesto de su rival, Jorge Tuto Quiroaga, del partido conservador Alianza Libre, quien aceptó enseguida la victoria de su rival. «Bolivia no está para que tratemos de causar más dificultades», declaró. «Hoy no gana Rodrigo Paz, gana Bolivia. En democracia, todos ganamos», zanjó.
Paz asumirá el poder en un contexto económico adverso, marcado por la falta de dólares, la escasez de combustibles y el encarecimiento de productos básicos, desafíos que definirán el inicio de su gestión.
Desgaste de la izquierda
El nuevo líder defendió que, para hacer frente a estos retos, la visión de su Gobierno será «Dios, la familia y la patria». Desde la ciudad de La Paz subrayó que «es con amor que la patria se resuelve, no con odios ni divisiones. Es con la capacidad de unirnos todos en función de sacar la patria adelante».
Destacó, asmimismo, la importate labor del Tribunal Supremo Electoral y se mostró agradecido por su trabajo en momentos «muy difíciles» durante la campaña, marcadas por intensas protestas y bloqueos de carreteras, y cuyos servicios han permitido «que hoy Bolivia respire vientos de cambio y de renovación, y tenga esperanza para poder seguir adelante».
En este sentido, señaló la necesidad de fortalecer las instituciones, «porque cuanto más fuerte sea nuestra democracia, más certidumbre y más tranquilidad tendrá el pueblo boliviano, y a su vez también en el contexto internacional».
La victoria de Paz es casi una proeza pues se enfrentaba a un rival que ya había gobernado el país entre 2001 y 2002, y comenzó la carrera electoral en última posición: ni siquiera fue invitado a los primeros debates de campaña, hace poco más de cuatro meses, ya que los sondeos apenas le daban opciones.
Enlace de origen : El nuevo presidente boliviano, Rodrigo Paz, promete «abrir el país»