El Grafometal se mete en un pozo cada vez más profundo

Este es uno de esos partidos que contaban doble y de los que se recuerdan al final de la campaña. Tenían los dos equipos muy clara la transcendencia del choque y esa tensión se pudo palpar sobre la cancha del Palacio de los Deportes capitalino. Pero, tras los dos tantos iniciales de las logroñesas, fueron las alicantinas las que se hicieron con el mando del encuentro, aunque no fuera más allá de los dos goles de renta (4-6). Pidió tiempo muerto Juanjo González e hizo reaccionar a las suyas desde la defensa. Para entonces Gea ya había empezado a destacar como habitualmente en la portería.

Se igualaron las tornas con la doble exclusión de Cuadrado y llegó el mejor momento del Grafometal en la primera mitad. Tres goles de las verdeamarillas lanzaron a las locales hasta un esperanzador 12-10. Al descanso, la ventaja se quedaba en la mínima, pero lo mejor para las sportinguistas estaba por verse.

No pudo sentar mejor el paso por vestuarios para las capitalinas que, con un contundente parcial de 5-1 de salida, abrían una brecha más que interesante de cuatro goles (16-12). Corría el minuto 40. Pero diez minutos después el Elda volvía a poner las tablas en el marcador ante un Grafometal que pasó de contundente a impreciso y nervioso cuando mejor parecían ir las cosas.

Y llegaron los últimos minutos. Y el Grafometal cometió demasiados errores fatales. Blanca Benítez, muy segura desde los siete metros hasta entonces, mandó la última pena máxima local a las nubes a falta de menos de dos minutos. El Elda sí marcó su penalti, que trajo consigo también la exclusión de Carla Rivas. Y, para cerrar el círculo de fallos, el ataque final del Grafometal colapsó en las manos de Novovic y de tres intentos de lanzamiento que se estrellaron contra la defensa visitante para consumar una derrota que puede salir demasiado cara.