El BM Logroño no puede con un Barça de otro nivel

De otra galaxia. El Barcelona juega a otra cosa muy distinta. Balonmano de alta velocidad. Atrás quedaron los tiempos en los que el Ciudad de Logroño podía llegar a achuchar al conjunto blaugrana, que en Liga Asobal gana cuando quiere y en el momento en el que se lo propone. Este sábado lo demostró en un Palacio de los Deportes abarrotado (el club regaló entradas a los conjuntos de la región). La diferencia fue de diez goles (28-38) pero pudo ser mucho más si el Barça, que nunca echó de menos al lesionado Dika Mem, pone la quinta marcha.

El equipo de Carlos Ortega tardó muy poco en sacar a relucir la calidad que le hacen uno de los mejores equipos del mundo. Con un Domen Makuc muy serio, que parece haber dejado en el olvido la lesión en la rodilla que le apartó de las canchas el año pasado, el equipo blaugrana empezó a marcar diferencias demasiado pronto para aplacar la emoción de un Palacio de los Deportes muy cerca del lleno.

Jugaba bien el Ciudad de Logroño en esos primeros compases, pero los contraataques y contragoles mantenían a los catalanes comandando el marcador. Y cuando apareció en escena Gonzalo Pérez de Vargas, las rentas se hicieron cada vez más insalvables para un equipo franjivino que intentaba mantenerse a flote con los goles de Preciado, Pergel y Zaja.

Pero era la defensa la que no daba con la clave. Una retaguardia demasiado permeable por el que los azulgrana siempre encontraban huecos. Tampoco Xoan Ledo tuvo eficacia en esa primera parte. Incluso, cuando el de Lalín tocó algún balón, los franjivino se volvían a meter en el partido (9-11, minuto 15). Sin embargo, esos pequeños triunfos duraban un suspiro: lo que tardaba Makuc o Hampus Wanne –el extremo anotó seis en esos primeros treinta minutos– en inventarse un gol.

El Ciudad de Logroño había perdido frescura en ataque, la defensa azulgrana jugaba al límite y Gonzalo Pérez de Vargas hacía el resto: paraba balones y lanzaba a los suyos a la contra. Así, los barcelonistas ampliaron sus números para marcharse 14-21 al descanso. El objetivo de los franjivino era volver a meterse en el partido, algo complicado cuando tu rival está varios escalones sobre ti.

Pero nada más lejos de la realidad. Los azulgrana pusieron una marcha más en los primeros compases de la segunda parte y sentenciaron a los riojanos, que pese a todo mostraron orgullo y siguieron peleando hasta el minuto 60. Velasco aprovechó para dar minutos a los menos habituales y respondieron al envite Abdoula Modi, Luis Juárez y Salim Mezaza. No sirvió para meterse en el partido nuevamente pero sí para levantar de los asientos a una afición que pese a la abultada derrota se divirtió con el pundonor de los franjivino.

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