Doloroso. Mucho. Sobre todo porque el Ciudad de Logroño hizo méritos suficientes como para sacar algo positivo de su visita al Palau d’Esports de … Granollers, donde el equipo local supo remontar un encuentro que llego a estar siete goles por debajo. Los riojanos mandaron el encuentro hasta el minuto 55, cuando el Granollers se puso al frente por primera vez. Y en esos últimos minutos, llegó a ponerse dos goles por arriba. Sin embargo, el Logroño luchó hasta el final y logró empatar, con un tanto de Uríos, a falta de siete segundos. Un contragol del sobrino del Rey acabó con las esperanzas de los hombres de Velasco (28-27).
Eso que el Ciudad de Logroño jugó posiblemente uno de los mejores primeros tiempos de la temporada. Con una defensa muy centrada y un inspiradísimo Xoan Ledo bajo palos, rápidamente los franjivino empezaron a ver réditos, pese a que Roberto Rodríguez también demostró que es un gran guardameta.
El 6-0 riojano mostró tener piernas y amargó la existencia de un Antonio García que en esa primera parte solo anotó dos goles en nueve intentos. Gran parte de ese mérito se lo llevó Ledo, pero también la retaguardia, que se mostró intensa y agresiva. Esto permitió que el Ciudad de Logroño pudiese correr y marcar goles fáciles en primera y segunda oleada. En posicional, también le ganó en esos treinta minutos la partida a un Granollers atascado y con signos de cansancio por culpa de la competición europea.
Así las cosas, los riojanos fueron ampliando la distancia de a poco hasta llegar a los seis goles gracias a un tanto de Ponciano (6-12, minuto 23). Minutos antes, Antonio Rama había llamado a capítulo a los suyos y el Granollers buscó una solución abriendo su defensa, algo que incomodó un poco al equipo franjivino, que se atascó un poco. Un momento de debilidad que aprovechó el Fraikin para recortar distancias y llegar al descanso con posibilidades de remontar (10-14).
Tras el paso por vestuarios, el Fraikin arriesgó, se colocó en 5-1 con Guijarro en el avanzado y serenó el ataque riojano, que se volvió cada vez más espeso. Una prueba de ello es que en catorce minutos solo pudo anotar tres goles, mientras el Granollers iba limando las diferencias gracias a un renacido Antonio García.
Nada le salía a los franjivino, que perdieron mordiente defensivo y Xoan Ledo dejó de tocar cuero. Poco a poco se fueron acercando los de Rama y empataron a 15 minutos. Los franjivino se rearmaron y volvieron a ponerse al frente, pero con rentas cortas. Hasta el 55, cuando Antonio García puso al frente a los suyos. En esos últimos cinco minutos pasó de todo. El Logroño lo empató atacando con siete jugadores y no supo replegar a tiempo y regresa de Granollers tocado pero no hundido.
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