Ecologistas en Acción de La Rioja ha presentado alegaciones al proyecto de la empresa Buscaminas para ampliar sus instalaciones en Sotés con una nueva planta … de tratamiento de residuos orgánicos cuyo fin es producir gas y fertilizantes naturales. La empresa riojana pasaría de tratar 2.000 toneladas anuales de biorresiduos a 35.000, con una nueva planta de 28.639 metros cuadrados para el reciclado y recuperación de sustancias agroalimentarias. Buscaminas también planea un proyecto de compostaje y lombricultura por el que las lombrices se alimentan de los residuos y en su proceso de digestión ayudan a la transformación del residuo. «La actividad propuesta mejora y complementa la valorización de residuos que convive desde hace tiempo en este territorio sin conflictos y da servicio a la economía e industria agroalimentaria comarcal», defiende el gerente de Buscaminas, Rubén Cabrero.
Instalaciones de Buscaminas en la localidad.
Sonia Tercero

El nuevo proyecto tiene como objetivo cerrar el ciclo de la gestión de los biorresiduos para lograr, «mediante la combinación de esta planta con la de compostaje, la obtención de gas renovable, energía limpia a partir de residuos y la producción de fertilizantes», expone la memoria que permanece en exposición pública. La asociación ecologista se opone porque considera que provocará un «aumento significativo de vehículos pesados» y porque «el estudio presentado por el promotor no menciona ninguna medición ni control en sus instalaciones para la prevención de fugas», olores que pueden suponer una «molestia para la ciudadanía», ya que Sotés se encuentra a 600 metros y Hornos de Moncalvillo a 900 metros de la instalación. Además, señalan que «la chimenea va a emitir sulfuros», lo que «entraña una serie de molestias, alteraciones y riesgos para la población y el medio ambiente», y, finalmente, advierte de que no se «da a conocer» el programa de autoprotección.
Rubén Cabrero asegura a Diario LA RIOJA que «el tráfico de camiones, que no pasarán por el municipio, será del orden de uno a la hora, en horario laboral» y advierte de que «las características de la planta y el régimen de vientos existente garantizan que no afectará a ningún vecino ni vivienda».
La empresa pasaría de tratar 2.000 toneladas anuales de desechos a 35.000, con una nueva planta de 28.639 metros cuadrados
Por otra parte, Ecologistas en Acción señala que «tras el proceso de transformación de la materia orgánica en metano se genera digestato, un líquido maloliente, de muy poco valor y con compuestos químicos dañinos para la salud y el medio ambiente», y considera que «se debería detallar cómo se va a gestionar este residuo». Cabrero argumenta que «el digestato es un sustrato apto para la aplicación en agricultura local, sin ningún riesgo ambiental y que permite sustituir a los fertilizantes químicos», y señala que está incluido en el Reglamento Europeo de Fertilizantes.
«La planta va gestionar una gran cantidad de residuos agroalimentarios, lodos de depuradoras y residuos municipales», advierte Ecologistas en Acción, y añade que también puede afectar a la Sierra de Moncalvillo, en la que se enclava la instalación de Sotés. «Por todo lo expuesto hemos pedimos a la Administración que desestime el proyecto», concluye la asociación. A esto el gerente de Buscaminas expone que la planta proyectada es «de muy escaso tamaño frente a otras que se están tramitando», en referencia a las de biogás anunciadas por bPower y Axpo en Valverde, Sorzano y Hervías.
Enlace de origen : Ecologistas en Acción alega contra la nueva planta de biorresiduos de Sotés