David Valero ve muy lejano el título de la Copa del Mundo

David Valero esperaba dar un bocado a esos 129 puntos que le separaban hasta ayer de Nino Schurter y del liderato de la Copa del Mundo. Era muy difícil, pero no imposible. Sin embargo, el ‘short track ‘de Val Di Sole, el ultimo del año, alejó hasta casi el infinito al español de ese sueño. Ganó Hatherly, mientras que el suizo fue cuarto. Valero, vigésimo. Ahora la desventaja es de 142 puntos, pero sobre todo ya no es la lucha entre primero y segundo. El andaluz es cuarto, porque ayer le superaron Luca Braidot y el propio Alan Hatherly.

Todo pasó en un suspiro, en la recta de salida de la clasificatoria. Unos metros de esas diez vueltas. Schurter y Valero salían de primera línea. El suizo fue un cohete; el español fue él, David Valero. No es que gripase, sino que no es un hombre de salidas, ni de primeras vueltas, sino de crecer en la prueba hasta devorar a sus rivales, como hizo en Andorra, Estados Unidos, Canadá o Les Gets. El ‘short track’ se le queda corto en kilómetros. Y así fue.

Al paso por meta tras la vuelta inicial, Schurter rodaba en el grupo de carrera, en el que también estaban Hatherly, Carod, Vlad Dascalu… pero sobre todo Valero había caído a mitad del pelotón, a la vigésima plaza. Y ese escenario se convirtió en su hábitat. Alcanzó la décimo sexta plaza, como mejor clasificación, pero el problema no era la plaza, sino la distancia con Schurter. No de segundos, sino en el listado. El suizo siempre se movió entre los primeros. No mandó, pero casi siempre entre los cinco primeros. Concluyó cuarto, por detrás de Hatherly y Braidot. El ganador fue Titouan Carod, que fue toda la prueba a rueda de Hatherly, salvo en la última media vuelta, que dio el hachazo a su rival. A Valero le queda mañana. Correr, suerte y un milagro.