Después de tres años consecutivos en el yacimiento de Virgen del Villar 2 de Igea, el equipo Garras lleva a cabo una nueva aventura en otro lugar, Las Cerradas y sigue adelante con su búsqueda de restos fósiles de dinosaurios. Mientras que en la anterior ubicación era un espinosaúrido, ahora se centran en recuperar los fósiles de un ornitópodo.
Pachi Sáez-Benito (director honorífico del Centro de Interpretación Paleontológica de La Rioja de Igea) y Xabier Pereda Suberbiola (Universidad del País Vasco), codirectores de la excavación recuerdan que la andadura del grupo Garras comenzó en 2018 con la excavación de un dinosaurio terópodo al que llamaron Garras, en el término de Peña Cárcena. En otra zona del mismo monte estuvieron en 2019 y 2021, con los fósiles de los dinosaurios Goliat y Atenea, respectivamente. En 2020 no se realizó trabajo de campo por la pandemia y en 2022, 2023 y 2024 los esfuerzos se centraron en el yacimiento Virgen del Villar 2.
Prácticamente todos estos lugares están en un kilómetro cuadrado, en diferentes niveles y hay cientos de miles de años de diferencia entre unos y otros. Siempre en la Formación Enciso, en la misma unidad geológica.
En el yacimiento aparecen restos de escamas de peces, un diente de pterosaurio, coprolitos y un contramolde de icnita
Respondiendo a la pregunta de cómo han llegado a esta ubicación de Las Cerradas, comentan que siempre se requiere una prospección previa, algo que indique que existe un nivel donde pueden aparecer huesos y se pueda plantear una excavación. Si encuentras una pieza pequeña, no da opción a meter a veinte personas y una excavadora con subvenciones. Debe ser algo más relevante para plantear una intervención de esta entidad.
En este caso aparecieron varias secciones de hueso fosilizado. Uno rodado que se limpió y se identificó como parte de la diáfisis de un húmero (centro de ese hueso) de un ornitópodo. Esto dio pie a la nueva campaña, que cuenta con el apoyo económico del Gobierno de La Rioja a través de la Dirección General de Cultura y también del Ayuntamiento de Igea.
El equipo está formado por un grupo multidisciplinar con especialistas en diferentes dinosaurios, incluido un paleontólogo experto en ornitópodos que identificó al dinosaurio.
En la excavación de Atenea en 2021 ya encontraron dos dientes que parecían de tipo Iguanodon no muy grande (unos 5 metros de longitud), material que conserva el centro de interpretación y está pendiente de su restauración. En Monte Quemado en 1985 y en excavaciones posteriores de 2021 y 2022 se recuperaron fósiles de un ornitópodo pequeño, de 1,5 metros de largo y 80 centímetros de alto.
Sanda


El actual que protagoniza los nuevos trabajos de campo tendría un tamaño enorme con unos 10 metros de largo, más de 3 metros de altura y superaría los 3.000 kilos de peso. Se trata de una primera estimación, pero podría quedarse corta.
Conforme avancen los días se verá lo que da de sí el yacimiento de Las Cerradas. Existe la posibilidad de hallar fósiles del mismo individuo, de otros, así como fauna asociada como ocurrió ayer con restos de escamas peces, un diente de pterosaurio, un contramolde de icnita (huella de dinosaurio) y un aguijón de una aleta dorsal de un tiburón o coprolitos (excrementos fosilizados); además de otros animales vivos con los que tienen que tener especial cuidado estos días como alacranes y garrapatas, aparte de sufrir las condiciones meteorológicas de estar a la intemperie.
El viernes las labores consistieron en llevar la excavadora y establecer los accesos. Ayer sábado llegó el momento de abordar el trabajo en firme. La máquina acondicionó el terreno, ahorrando esfuerzo al retirar varios metros cúbicos de tierra, para que los investigadores y colaboradores se dedicasen a una tarea manual hasta llegar al nivel fosilífero con herramientas pequeñas y delicadas en un proceso más lento.
Hasta el domingo 13 acuden al yacimiento a las 08.15 horas aproximadamente y permanecen hasta las 14.00. Comen a las 14.30 en Igea y sobre las 16.30 están en el monte hasta las 19.30 o 20.00, según la temperatura.
Sanda


El equipo Garras cuenta con investigadores, paleontólogos, expertos en distintas materias y voluntarios colaboradores. Alguno incluso pide vacaciones para acudir a Igea. Pueden llegar a superar las veinte personas.
«Nos hemos convertido en auténticos cazadores de dinosaurios. Lo que hacemos es recuperar los restos que estos animales dejaron atrás después de morir (sus dientes y sus huesos), cuando dominaban esta tierra», explica Pachi Sáez-Benito. «Se extinguieron hace 120 millones de años y nosotros, al recuperar sus huesos e interpretarlos les damos de nuevo vida», añade.
«Un famoso paleontólogo norteamericano del siglo XX (George Gaylord Simpson) decía que el paleontólogo, como cazador de fósiles no mata, sino que resucita», señala Xabier Pereda Suberbiola.
Límite de sesiones alcanzadas
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Este contenido es exclusivo para suscriptores
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Enlace de origen : Cazadores de fósiles de dinosaurios