
Cinco artículos de la Constitución de la República de El Salvador han sido modificados con el objetivo de extender el período presidencial a seis años, … eliminar la segunda vuelta electoral y, el más importante y discutido, permitir la reelección indefinida del presidente. Nayib Bukele, 44 años, lo ha conseguido. Podrá volver a aspirar al poder.
El actual periodo presidencial se ha reducido un año, con lo que las próximas elecciones se celebrarán en 2027. Su enérgica campaña contra las bandas criminales, que ha reducido la violencia en el país a mínimos históricos, criticada también por movimientos que defienden los derechos humanos ante su punzante campaña contra los pandilleros, le ha hecho ganador de un enorme apoyo del país.
«Gracias por hacer historia, compañeros diputados», declaró el presidente de la Asamblea, Ernesto Castro, tras confirmarse una votación favorable a las ideas del líder del partido Nuevas Ideas. «Este día murió la Constitución», escribió, en cambio, en una hoja la diputada del partido Arena, Marcela Villatoro, que añadió «esta tarde noche la democracia en este país ha muerto… Se quitaron las máscaras», en clara acusación al oficialismo de concentrar todo el poder político en el Ejecutivo.
También Claudia Ortíz, de la formación Vamos, señaló que se estaba cometiendo «un abuso de poder y una caricatura de la democracia». Juanita Goebertus, directora de Human Rights Watch, antes de la aprobación del proyecto había dicho que «El Salvador recorre el mismo camino que Venezuela».
Estaba cantado que la Asamblea iba a aprobar la modificación de la Constitución. Nuevas Ideas, el partido que lidera Bukele, PCN y PDC, fuerzas aliadas al poder, sumaron 57 votos, mientras que solo tres miembros de la oposición votaron en contra. El artículo 152 decía en la anterior Carta Magna que no podía ser candidato a la jefatura del Estado quien hubiese desempeñado la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el período inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencia. Ahora ha quedado eliminada esta prohibición.
La eliminación de la segunda vuelta electoral estaba escrita en el artículo 80. Obligaba a celebrar una segunda vuelta cuando el partido o la coalición no conseguían la mayoría absoluta. La justificación al cambio lo explicó la diputada Ana Figueroa que dijo que la segunda vuelta tenía un coste de 50 millones de dólares (43,31 millones de euros). «Esta reforma busca una mayor estabilidad en los ciclos electorales, al reducir el número de elecciones presidenciales en un período también estamos reduciendo costes económicos de cada jornada electoral», razonó.
Marcela Villatoro fue la más dura a la hora de rechazar los cambios constitucionales: «Están condenando a futuras generaciones solo porque ustedes quieren perpetuarse en el poder. El poder corrompe, el poder daña y la gente no se da cuenta hasta que es demasiado tarde», manifestó. La oposición ha acusado a Nuevas Ideas de evitar someterse a la voluntad popular y de concentrar más poder.
El oficialismo reaccionó a las críticas. El presidente de Nuevas Ideas, Zavi Zablah Bukele, primo del mandatario, fue contundente: «Digan lo que digan, Nayib Bukele debe seguir al frente de esta transformación. El apoyo de la inmensa mayoría de los salvadoreños, es para que siga siendo él quien conduzca el destino de nuestra nación, por los años que hagan falta, hasta que el cambio que hemos iniciado se convierta en una nueva forma de vida para todos».
Nayib Bukele llegó al poder en 2019 de una forma en la que también se vulneraba la legalidad de la Constitución. Cierto que ha acabado con la violencia de un país que en 2015 contaba 106 asesinatos por cada 100.000 habitantes, y hoy es de 2,4. Tiene a 80.000 prisioneros, pero Derechos Humanos ha comentado que el 10% son inocentes. El líder salvadoreño, que goza de una buena relación con Donald Trump, quiere perpetuarse en El Salvador para que lo que ha hecho hasta ahora no sea irreversible, ha asegurado.
Enlace de origen : Bukele reforma la Constitución de El Salvador para perpetuarse en el poder