Bosonit renuncia a la construcción de su sede en el Casco Antiguo de Logroño

Miércoles, 26 de marzo 2025, 19:49

Bosonit no se instalará en el Casco Antiguo de Logroño. Después del acuerdo total al que se llegó el 3 de junio entre la tecnológica y el Ayuntamiento, en el que se pactó rebajar las alturas, principal motivo de controversia hasta ese momento (alineándolas con el resto de edificios de la zona), ahora la compañía decide renunciar a ese proyecto. No habrá, por lo tanto, edificio de Bosonit en el solar entre las calles Marqués de San Nicolás y Puente, con la iglesia de Palacio al fondo.

La empresa ha enviado un comunicado explicando las razones: «Tras más de cuatro años de trabajo e inversión, y ante la falta de garantías totales por parte de terceros implicados en la operación urbanística del solar –sumado al encarecimiento general del mercado y a las cambiantes circunstancias del mercado tecnológico actual, muy exigente y condicionado por la necesidad de adoptar decisiones empresariales ágiles–, hemos solicitado al Ayuntamiento de Logroño la resolución, de mutuo acuerdo, del contrato vinculado a dicho edificio».

Bosonit añade que «esta decisión, lejos de suponer un paso atrás, representa un movimiento firme hacia lo que mejor sabemos hacer: seguir invirtiendo en innovación y en talento. Porque ese es y seguirá siendo nuestro verdadero motor. Los recursos inicialmente destinados a este inmueble se redirigirán a lo que siempre ha definido a Bosonit: el desarrollo de tecnología avanzada, la apuesta e impulso de las personas y el crecimiento sostenible de nuestro ecosistema».

El desembolso de la empresa en esta operación fallida ronda los dos millones de euros entre la adquisición del solar (en torno a 1,2 millones) y los proyectos realizados por el prestigioso arquitecto japonés Kengo Kuma. Pero en la decisión que han tomado los dirigentes de Bosonit, y de la que también han informado a sus trabajadores, han prevalecido argumentos como la «falta de garantías» y de seguridad tras las alegaciones en contra del convenio que presentaron asociaciones como Ecologistas en Acción de La Rioja, Amigos de La Rioja o Rioxa Nostra. Por otra parte, Icomos reprobó el proyecto de Bosonit y pidió evaluar su impacto patrimonial antes de actuar, la Academia de San Fernando pidió «detener» las actuaciones para construir la sede y el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja adviertió de que la sede de Bosonit podría tener un volumen «desproporcionado».

Asimismo, la «mayor onerosidad en la construcción, implantación y puesta en funcionamiento de la actividad empresarial planteada en su oferta» por parte de Bosonit y «el desajuste sobrevenido del equilibrio económico del contrato a su formalización» han llevado a la tecnológica a solicitar al Ayuntamiento la resolución del contrato.

A pesar de esta noticia, la empresa asegura que «mantiene el compromiso de desarrollar y mantener en Logroño su actividad y los correspondientes puestos de trabajo». De hecho, ha ampliado sus instalaciones en la Gran Vía y ya cuenta con tres plantas en un mismo edificio, además de tener una oficina en la calle Portales. Pero la idea que tienen los responsables de Bosonit es centralizar todos sus recursos técnicos y humanos en Gran Vía y agrupar allí una plantilla que suma alrededor de 220 trabajadores directos.

Un edificio polémico

Mucho se ha venido hablando desde marzo de 2023, cuando el proyecto básico del controvertido edificio salió a exposición pública tras la solicitud la licencia conjunta de obras y ambiental, pero la única certeza era que Bosonit ya había invertido más de dos millones de euros en su centro. Y ello al mismo tiempo que Ayuntamiento de Logroño y Gobierno de La Rioja lo habían facilitado durante el pasado mandato.

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Así que si tras las dudas de los nuevos ejecutivos local y regional dado el devenir de los acontecimientos –incluso con tribunales de por medio– el caso llevaba inevitablemente a una encrucijada, nadie podía permitirse que se tornase directamente en un callejón sin salida. Y así se confirma a punto de cumplirse el primer año de gobierno de Conrado Escobar.

El acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y Bosonit suponía que la empresa iba a mantener su centro de alto rendimiento de nuevas tecnologías en el Casco Antiguo de Logroño, en la parcela situada en la calle Marqués de San Nicolás, 20 con un «nuevo proyecto» (readaptación según la propia empresa, pues mantendría su esencia) que rebajaría alturas respetando la integridad patrimonial del entorno y traspasando esa edificabilidad a otra parcela. La altura del edificio se rebajaba en dos alturas, cumpliendo de esta manera los requerimientos determinados por organismos como Icomos.

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