
La batalla entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso por el aborto ha entrado este martes en una nueva dimensión. La ministra de Sanidad, … Mónica García, ha anunciado que el Gobierno ha realizado un «requerimiento formal» a la Comunidad de Madrid, y también a Aragón y Baleares, para que implementen en un mes el registro de médicos objetores o, en su caso, aleguen los motivos por los que aún no han podido crearlo. Si no lo hacen en ese plazo, García ha amenazado, según lo previsto en el artículo 44 de la Ley de Jurisdicción Contencioso-Administrativa, con plantear un recurso en los siguientes dos meses para que un juez «les obligue a cumplir la ley».
Pero las advertencias del Ejecutivo no han hecho mella en la voluntad de Ayuso, que ha respondido llevando al terreno personal su enfrentamiento con Sánchez. «He sufrido la pérdida de dos bebés. He sufrido por desgracia el drama del aborto dos veces. Sé lo que es. ¿Tengo que recibir lecciones del presidente del Gobierno? ¿Quién se cree el presidente de Gobierno para hablar en nombre de todas las mujeres?», ha afirmado la presidenta de la Comunidad de Madrid, que ha criticado que Sánchez se dirija a ella «en tono machito». «Las mujeres hemos pasado de las lecciones del franquismo a las lecciones del sanchismo. Enhorabuena a todos», ha ironizado.
En julio de 2023, Ayuso recibió el afecto de los grupos de la Asamblea madrileña tras conocerse que había perdido un bebé. «Durante unas pocas semanas fui madre y creo que es una de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida. Muy triste, porque no sé si sabéis que al final no pude, lo perdí cuando llevaba ocho semanas», explicó un año después en un programa de televisión. Del segundo embarazo no había hablado nunca.
Este martes, Ayuso ha anticipado que no cederá ante la presión del Gobierno central y que no creará el registro de médicos objetores. «Voy a seguir aplicando el sistema que ha regido siempre en la Comunidad de Madrid: el respeto y el anonimato de los profesionales que está amparado por la Constitución Española, la libertad de conciencia y que nadie pueda ser obligado a declarar sobre sus creencias», ha dicho la presidenta madrileña.
La ministra Mónica García, que durante años se ha opuesto con dureza a Ayuso en el Parlamento de Madrid, tampoco ha rebajado el tono y le ha pedido que «recoja cable» y «abandone su cruzada contra las mujeres y contra los derechos conquistados por las mujeres». «Saltarse este procedimiento no solo vulnera los derechos de las mujeres, también vulnera los derechos de los profesionales que quieren ejercer de manera activa e individual su derecho a la objeción de conciencia», ha aseverado García. El Ejecutivo ha cogido la bandera del aborto, un asunto que sabe que pone en dificultades al PP, desde que los populares, hace dos semanas, votaran con Vox en el Ayuntamiento de Madrid una iniciativa para informar a las mujeres sobre un inexistente síndrome postaborto.
En estas dos semanas, Ayuso no solo ha chocado contra el Gobierno, sino que ha abierto en el PP el debate sobre la interrupción del embarazo, una discusión en la que se vio obligado a entrar el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo. «Mi posición es clara y conocida. Garantizaré siempre que cualquier mujer que opte por la interrupción de su embarazo pueda hacerlo con la mejor atención médica y psicológica, conforme a las leyes», dijo Feijóo en una carta en las redes sociales, con una referencia a la ley que se interpretó como una llamada de atención a la presidenta madrileña.
Sin embargo, Ayuso no baja el diapasón y mantiene el choque. «No se puede obligar a nadie ni se puede señalar a nadie por querer abortar, pero tampoco por no querer hacerlo y no puede ser señalado ni por sus familias ni por sus condiciones económicas ni por nada ni tampoco se puede obligar a un médico por practicar o por no querer practicar un aborto», ha enfatizado la líder del PP madrileño, que ha calificado el aborto como «un fracaso como sociedad y más en un país donde faltan niños».
Enlace de origen : Ayuso recuerda que ha perdido dos bebés y rechaza las lecciones «de machito» de Sánchez