El fin del régimen de Bashar Al Assad en Siria parece satisfacer a todos sus ciudadanos, incluso desde la distancia. La familia Al Assad gobernaba desde 1970 dictatorialmente el país, en guerra civil desde 2011. En La Rioja, según el Instituto Nacional de Estadística, vivían 34 sirios en 2022, el último dato disponible, y solo una persona de ese país solicitó asilo político en nuestra región aquel año. No es una comunidad numerosa aquí y, además, todavía son reacios a dar su opinión sobre la situación de Siria, más que por temor, por las posibles represalias a sus familiares, por la incertidumbre que ahora mismo se vive allí.
Mona (nombre ficticio) reside en Logroño desde hace nueve años, vino aquí desde Alepo por reagrupación familiar tras sufrir la guerra cinco años. Ella era trabajadora social en colegios y era voluntaria de la Media Luna Roja (Cruz Roja) ofreciendo apoyo psicosocial a los mutilados en la guerra. «Cuando pensé en tener familia, allí no se podía de forma normal con Al Assad, pero aquí pude tener a mi hija. El abuelo de mi hija estudió Medicina en Navarra, tuvo dos hijos aquí y se volvió a Siria», cuenta Mona. «Allí la situación estaba fatal, había cortes de luz, no había gasolina para los coches, cuando Siria tiene petróleo, gas, trigo, olivos… pero lo han quitado todo para que la gente no tenga fuerza y haga lo que decía el Gobierno», asegura Mona.
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Así que derrocar a Al Assad Mona lo considera una buena noticia. «Estamos muy contentos porque era una dictadura, pero tenemos miedo y tristeza por lo que ha pasado, por que vuelvan y maten a la gente. Tengo amigos médicos, farmacéuticos y profesores que no pudieron salir y quieren vivir allí», cuenta Mona. «Yo querría volver pero con mi hija y toda su familia ya aquí no sé si lo voy a hacer. Sí me gustaría ir de visita. Mis padres viven en EE UU, han ido a Alepo y han comprobado la situación tan mala que había», subraya Mona.
«Estamos muy contentos porque era una dictadura, pero tenemos miedo y tristeza por lo que ha pasado, por que vuelvan»
Mona [nombre ficticio]
Siria residente en Logroño
«No hay nada claro aún y hay miedo de que pueda haber otra guerra, de que puedan entrar al país como en Palestina»
Mohamed
Sirio residente en Logroño
«En Siria están todas las casas destruidas, no se puede hacer nada, no hay luz ni agua ni dinero ni pan, solo miedo»
Halla [nombre ficticio]
Siria residente en Logroño
«No puedo olvidar las fotos de la gente alegre abrazando la bolsa del pan, con los militares entrando a ayudar. Preguntaron a la gente qué necesitaban y respondían: ‘Solo queremos comida y vivir en paz’», reconoce Mona, que sentía las fiestas en Siria como algo ridículo. «¿Celebrar algo cuando la gente está muriendo bajo tierra, en las cárceles?», advierte Mona. Y es que una de las imágenes más reveladoras de Siria estos días es la liberación de presos en la prisión de Sednaya, donde había hasta niños. Cuentan los sirios residentes en Logroño que hay mucha gente encarcelada bajo tierra que ahora no se sabe cómo liberar.
Mohamed y su esposa Halla (nombre ficticio) son refugiados sirios y vinieron hace cinco años acogidos gracias a Acnur, después de vivir nueve años en Líbano. Allí él era pintor y aquí ya se han asentado, sus cuatro hijas están estudiando. «En Siria están todas las casas destruidas. Y no hay oportunidades, no se puede hacer nada, no hay luz ni agua ni dinero ni pan, solo miedo», explica Halla. «Todos estamos contentos ahora por lo ocurrido, tanto nosotros como nuestra familia allí», añade Halla.
«Nada claro aún»
«Ahora no se sabe lo que va a pasar, quién va a venir, pero no puede ser peor que Al Assad. Primero el padre y luego el hijo han estado 54 años y son criminales, asesinos», asevera Mona. «Todos los sirios en Europa desean volver a Siria, aunque esperarán a ver quién va a ser el presidente ahora», aclara Mona.
Mohamed y Halla, por ejemplo, no planean regresar porque sus hijas, ya mayores de edad, están estudiando. «De un día para otro no pueden volver. Además, no hay nada claro aún y hay miedo de que pueda haber otra guerra, de que puedan entrar al país como en Palestina. La felicidad puede ser corta, de días», opina Mohamed. Sin embargo, ya hay muchos refugiados en las fronteras y países vecinos que ya están regresando a Siria.
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Enlace de origen : Alegría incierta de los sirios en La Rioja
