Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en una de las piezas imprescindibles de esta campaña de cara a las elecciones del 28 de mayo. Su postura respecto a la inclusión de condenados por terrorismo en las listas de Bildu le ha llevado, incluso, a chocar con la dirección del Partido Popular y con la máxima responsable de Covite, Consuelo Ordóñez, tras asegurar que «ETA está viva, está en el poder, vive de nuestro dinero, mina las instituciones, quiere destruir España y privar a millones de españoles de sus derechos constitucionales y provocar una confrontación».
Este viernes, durante una entrevista en RNE, ha defendido que no se trata de «un pulso al PP, ni mucho menos a mi presidente, es un pulso a Bildu y no es venganza, es justicia».
Y, para explicar cómo ha llegado a estas conclusiones, se ha retrotraído a su pasado, a su experiencia juvenil y a las razones por las que tramitó su carnet de PP. «Me afilié porque, siendo periodista y trabajando como tal, fui a las elecciones del 2004-2005 de María San Gil y no pude imaginar cómo podía ser que, en España, personas de mi edad tuviesen que mirar cada día los bajos de su coche por si les habían instalado una bomba o cómo gente de una edad aproximada tenía que ir a la universidad a hacer los exámenes escoltados y haciéndolos en el despacho del profesor para no molestar a los alumnos», ha asegurado.
Y ahí ha cometido un desliz geográfico bastante llamativo: «Desde entonces me di cuenta de que en España teníamos un problemas gravísimo con un proyecto que no se va a contentar, que va a seguir anexionando posteriormente otras zonas de España. Ya lo han intentado con Rioja Alavesa, con sur de Francia… es un proyecto que atenta lo más básico, los derechos fundamentales, la libertad y la vida. Y que ellos mismo han metido en campaña en el momento en el que 44 condenados por terrorismo están en unas listas en, mi opinión, incumpliendo la ley de partidos«.
Así que los abertzales quieren anexionarse… una zona que ya es País Vasco. Será (rizando el rizo) una ‘invasión’ cultural o lingüística, tal vez, pero una anexión, anexión, lo que viene siendo anexión, no puede ser. Porque Rioja Alavesa es Álava, a pesar de su nombre (hay que recordar que, administrativamente, se denomina Cuadrilla de Laguardia-Rioja Alavesa) y, por ende, País Vasco. El conflicto que se está provocando con el viñedo y las decisiones políticas que abogan por una escisión de esa parte de la DOCa Rioja es una cosa y otra muy diferente las fronteras, que afortunadamente están bien claritas y no se discuten.
A no ser de que Ayuso, desde Madrid, piense lo contrario y se sume a esa histórica pintada kilométrica que ornaba el muro del edificio de Salvatorianos en Madre de Dios: «La Rioja expansión, Álava anexión». Eso sí que sería un proyecto expansionista.
Enlace de origen : Ayuso asegura que los abertzales «han intentado anexionarse Rioja Alavesa»