«Mi meta fue la sonrisa de mi hija»

Diego Marín A.

A Carmen Olivenza, riojana de 27 años, le detectaron el pasado verano un linfoma no Hodgkin, un cáncer agresivo pero curable. La noticia, como a todos los que lo padecen, fue una bomba para la enferma y su familia. Su padre, Juan, confiesa que «se te rompe el alma» y también reconoce que no sabía cómo ayudar a su hija, que se enfrentó a sei

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